Gracias a M..., un compañero y amigo de la Facultad, ha surgido una interesante discusión y especulación.
Escenario 1: un país donde no se requiera por ley una titulación universitaria (o de otro tipo) para ejercer una labor profesional, y que exista una liberalización absoluta de la educación (existan o no centros públicos, no se sufragan con impuestos y el coste para el alumno no depende de la titularidad del centro).
[A estas alturas, los ociosos lectores ya se habrán dado cuenta de la prácticamente nula probabilidad de cumplirse de ese escenario, ... pero no nos preocupemos o alegremos demasiado, esto sólo es un juego mental]
Escenario 1.1: En esta situación, mi colega, con inclinaciones libertarias (ya dejó su impronta en algún comentario de este blog), plantea que la universidad (y yo añado cualquier centro educativo, exceptuando aquellos dedicados a niños que no pueden permanecer solos en sus hogares) desaparecería siendo sustituida por profesores "agentes libres" que ofrecerían sus cursos. Los estudiantes elegirían en el mercado según sus intereses y configurarán su curriculum libremente.
Este futuro es muy similar al que Daniel Pink propone en su libro Free Agent Nation: The Future of Working for Yourself .
Escenario 1.2: En mi opinión, en este razonamiento falla algo de base: lo que los economistas llamarían costes de transacción y que determinan que una organización (con sus estructuras internas burocráticas) sea en muchos casos más eficiente que un sistema de mercado puro. En el caso de la educación, el alumno tiene un tiempo limitado y la coordinación de los cursos independientes sería probablemente imposible o representaría un coste inasumible. Un grupo de profesores libres que decidiesen asociarse en un gremio para coordinar su oferta presentarían un gran atractivo para sus potenciales clientes. Y de nuevo, surgirían las universidades.
Escenario 1.1 bis: Pero entonces, podemos darle una vuelta más al argumento. Si la enseñanza es cada vez menos presencial, si cada vez las tecnologías de la información permiten la asincronía en espacio y tiempo en la comunicación, los costes de trasacción, tal como los definimos antes, se reducen drásticamente. En este nuevo escenario, si podría tener sentido la idea de una educación basada en free agents. ¿O no?.
Y repito, que nadie se preocupe, es pura especulación nocturna.