Acabo de finalizar los cursos que impartía en Badajoz y Cáceres sobre estrategias de adaptación en titulaciones de Ciencias al Espacio Europeo de Educación Superior, dentro de un ciclo de la Universidad de Extremadura sobre diseño de planes docentes.
Mi valoración global es positiva aunque con contradicciones. Mi primera contradicción se debe a que nosotros, como profesores, cuando hacemos el papel del alumno, nos comportamos del mismo modo (o casi) que ellos, y aplicamos los mismos comportamientos que normalmente criticamos. Me explico: nos cuesta hablar en público, discutir, etc. También es cierto que el formato no ayuda: grupos de 30-50 personas, muy heterogéneos en su formación previa (gente que se "está adaptando" otros que aún no han hecho nada), y cursos de 4 (largas) horas en los que se espera una "macroclase" magistral. Nada invita al diálogo.
Y de esto último, surge mi segunda contradicción: critico (criticamos) el sistema basado en el abuso de la clase magistral y critico los procesos de adaptación al EEES basados en cursos genéricos de formación (posiblemente útiles, pero no imprescindibles y de utilidad limitada). Pero, me encuentro tratando de explicar algo mediante la crítica de la metodología que estoy empleando,
Aún así creo que la experiencia ha sido positiva. Para mi por que he conocido lo que está haciendo la UNEX y lo que opinan "ambos bandos" (gestores y profesores; por cierto, ambos tienen razón pero deberían hablar entre ellos con la misma claridad que hablan conmigo). Para los profesores por que creo que han conocido una experiencia muy similar a la que ellos pueden estar desarrollando; he tratado de no sentar cátedra y de no dar recetas infalibles (que creo no existen), pero si de utilizar el sentido común, y aportar ideas y elementos para la discusión que ellos mismos deben desarrollar.
Cada vez veo más claras las estrategias a seguir. De cada universidad de la que conozco su situación y perspectivas, se refuerza un patrón generalizado. Existe un gap entre gestores ("rectorado" + comunidad autónoma) y profesores (los decanatos se sitúan en uno u otro lado dependiendo del caso, y a veces en tierra de nadie). Los profesores siguen pensando en que sin nuevos recursos (económicos) "esto" no es posible (algunos son sinceros, para otros es sólo una excusa para no hacer nada). Los rectorados no se creen el cambio (o por lo menos no todo lo que predican); tienen un miedo atroz a abrir una caja de Pandora en la contratación de profesorado (piensan que si admiten la creación de algunas nuevas plazas necesarias, generarán una avalancha de peticiones que no podrán contener). Y mientras, pocos se enfrentan a los cambios culturales y organizativos en la base del problema (aunque yo lo veo más como una oportunidad). Hacen falta algunos recursos, pocos (y cada vez menos por los descensos de matrícula), pero también hace falta que los responsables digan claramente que profesores/áreas/titulaciones pueden abordar perfectamente el cambio con la plantilla actual y admitan que en otros casos si se tiene que contratar (no es creíble que un rectorado apueste por la adaptación y al mismo tiempo no sea capaz de crear ni una sola nueva plaza que esté justificada).
Por tanto, olvidémonos del metalenguaje: no circunvalemos los problemas, explicitémelos y busquemos soluciones. Y aceptemos nuestras responsabilidades.
Y todo lo anterior como condiciones previas para no viciar el proceso. Pero lo realmente importante es como abordamos el trabajo concreto y real de adatar titulaciones concretas compuestas de materias concretas. Y aquí necesitamos cambios radicales. Identifiquemos los centros / titulaciones que aceptan el reto y los grupos de profesores dispuestos a innovar. Formemos grupos de trabajo que desarrollen un análisis de situación, diseñen planes de adpatación y una estrategia a medio y largo plazo. Estos grupos deben contar con facilitadores (personas con experiencia que dinamicen el proceso) y la posibilidad de obtener formación (si la solicitan, no como imposición ni diseñada de modo externo sin tener en cuenta las necesidades específicas). Creo que se debe empezar por el trabajo de base y poco a poco ir diseñando un plan estratégico para la titulación. La gestión adaptativa debe ser la base de todo el proceso: el cambio como experimentación y la adaptación continua en función de los resultados obtenidos.
Apliquemos incentivos positivos, al menos en esta primera fase. Los que no se quieran adaptar, que no lo hagan. Pero los que trabajan por el cambio no deben sufrir penalizaciones ni agravios. Y deben recibir, gradualmente, apoyos. En una segunda fase se debe ser mucho más drástico: el trabajo en innovación docente debe ser evaluado de un modo robusto y objetivo y debe ser apoyado (más recursos para la docencia, más posibilidades de iniciar nuevos proyectos) e incentivado (mediante complementos al salario dependientes de la "productividad" docente). Y a nivel de titulación y centro, el proceso debe ser similar.
Respecto al uso de las tecnologías de la información, sigo confirmando mi opinión de que las plataformas comeciales (muy sofisticadas, difíciles de usar y caras) no son el futuro. El mercado ofrece multitud de herramientas abiertas, gratuitas (o de coste mínimo), genéricas (pero fácilmente configurables para usos específicos) y de fácil uso para la gestión de contenidos y colaboración: blogs, wikis, gestión social de imágenes y enlaces, agregadores de RSS (esta entrada de eCuaderno es un buen ejemplo). Estas herramientas son el futuro, y la universidad que primero se adapte ahorrará más dinero, mejorará su calidad y podría generara recursos ofreciendo su experiencia a otros usuarios potenciales. La alfabetización digital de profesores y alumnos es urgente; tienen que empezar a descubrir y manejar estas herramientas. La historia de las plataformas comerciales se parece cada vez más a la del software propietario o las editoriales de revistas científicas (1) se ofrecen a un coste muy bajo, 2) compiten entre ellas y algunas crecen muy rápidamente, 3) se convierten en cuasi-monopolios, 4) incrementan drásticamente los precios, 5a) los clientes, universidades en estos casos, empiezan a plantearse alternativas; 5b) al mismo tiempo surgen alternativas de tanta o más calidad, abiertas y de bajo coste, que empiezan a ser utilizadas por los usuarios directos, 6) ??).
El viernes en Valencia voy a conocer otra experiencia (mucho más desarrollada que la del la UNEX o la UDC), y espero tener la oportunidad de ensayar un análisis DAFO para el diseño de estrategias de adaptación. Seguiré informando.