José Antonio Millán analiza ayer en El País ("...Y Google raptó a Europa") la polémica que se ha suscitado en Francia con la iniciativa de Google de digitalización de los fondos de las más importantes bibliotecas, Google Print. En artículo sólo está disponible para suscriptores, pero en el blog de J.A. Millán se encuentran comentarios y textos relacionados. La polémica se ha originado, fundamentalmente, por un artículo en Le Monde del director de la Bibliothèque Nationale de France, Jean-Noël Jeanneney, en el que alerta del desafío que plantea Google para Francia y para Europa.
En resumen, y permitidme la simplificación (e ironía), los franceses están preocupados por que los americanos pretenden hacer público y fácilmente accesible gran parte del conocimiento que se atesora en los libros. Y claro, como son americanos aplicarán un sesgo amercano (y lingüístico) en su selección de obras digitalizadas y, lo que es peor, pretenderán hacer negocio. Y como esto es inadmisible, Francia pretende lanzar un a iniciativa propia (una copia de la de Google, esperemos que al menos copien bien), eso sí subvencionada por el estado. Y de paso, impedir que Google pueda digitalizar los fondos de las bibliotecas francesas.
Curioso que desde Europa se acuse a los amercanos de mercantilismo cultural cuando quieren abrir el conocimiento a todo el mundo, cuando nosotros estamos pensando si cobrar por el préstamo de libros en bibliotecas públicas.
Por cierto, todo esto recuerda al contraste entre Europa y EEUU en la política de propiedad y disfusión de datos cartográficos y de sistemas de observación terrestre que ya comentamos en otros momento.