Ethan Zuckerman comenta en Worldchanging el libro The Travels of a T-Shirt in the Global Economy. An Economist Examines the Markets, Power, and Politics of World Trade de la economista Pietra Rivoli de la Universidad de Georgetown.
La obra reconstruye la ruta que sigue una camiseta desde que se produce el algodón hasta que se confecciona y, una vez usada, entra de nuevo en el mercado de segunda mano. En esa ruta la camiseta (como algodón o ya manufacturada) viaja varias veces a países desarrollados y en desarrollo, y en cada viaje se ve sometida a diferentes avatares que limitan su libre comercialización.
Podemos dividir el viaje en tres etapas:
1) la producción de algodón, en la que curiosamente Estados Unidos domina gran parte del mercado, en abierta contradicción con las tendencias económicas de las últimas décadas que marcan el abandono de actividades de escaso valor añadido y fuerte dependedncia de mano de obra poco cualificada en los países desarrollados (gracias al fenómeno del outsourcing). Aquí Pietra Rivoli, aunque reconoce el efecto de los subsidios, plantea que esta aparente paradoja se debe a los grandes avances en la tecnología e investigación agrícolas que han aumentado drásticamente la eficiencia de las plantaciones americanas. Menos mal que Zuckerman nos recuerda que, todos estos avances pueden tener su efecto, pero los subsidios son el factor clave: el gobierno norteamericano garantiza a sus agricultores un mínimo de 72.24 centavos por libra de algodón, cuando en 2004 el precio de mercado (totalmente globalizado) de este producto fue de 38 centavos (y cada granjero recibió de media 160000$ anuales de subsidios; si habéis leido bien: 160000$). Rivoli no cree que los subsidios sean clave en la escasa competitividad de los agricultores indios, uzbekos o pakistaníes, pero las cifran cuentan una historia muy diferente.
2) la confección de las camisetas. Rivoli cuenta la historia de una fábrica de Shanghai, donde las operarias trabajan en condiciones que consideramos inaceptables en EEUU o Europa, pero que para ellas son mucho mejores que otras formas de vida (por ejemplo, en las zonas rurales). La otra parte de la historia son las cuotas a la importación de textiles que imponemos en el Primer Mundo y que limitan la capacidad comercial de países en desarrollo. [Por cierto, unas cuotas que ahora han llegado a su fin; felizmente el panorama cambiará radicalmente en poco tiempo].
3) el reciclado de la camiseta. Una vez que usamos la camiseta en el Primer Mundo y decidimos deshacernos de ella, entra en un circuito comercial de segunda mano en el que vuelve a los países de origen (donde se manufacturó). Y aquí, la historia es muy diferente. La libertad comercial es abosluta y florece un mercado muy dinámico y eficiente. Las camisetas ya usadas encuentran múltiples nuevos usuarios, desde particulares a la hostelería (por ejemplo, si se venden varias similares se pueden utilizar como uniformes).
Aunque parece que el libro de Rivoli no critica de un modo claro los subsidios y cuotas de mercado, si realiza una buena síntesis de como funciona el comercio mundial de productos clave para la economía de los países en desarrollo. Algunos americanos y europeos "bien intencionados" pensarán que los problemas se concentran en la competecnia desleal que se establece con el mercado de segunda mano. En realidad, en mi opinión, el problema está en las dos primeras etapas (subsidios y cuotas que axfisian la capacidad comercial de los países en desarrollo) y el mercado de segunda mano constituye un ejemplo calro de las bondades de la libertad económica.