Vivimos un mundo complejo en el que hemos pasado de preocuparnos por objetos tangibles que garantincen nuestra supervivencia a trabajar, comerciar y disfrutar con símbolos. Aquí tenéis dos referencias, totalmente inconexas, que nos hablan de símbolos y su papel en nuestras sociedades:
Consultor Anónimo se siente ya más tranquilo al saber que su trabajo se puede denominar como analista simbólico. Comenta como Robert Reich (Ministro en los gobiernos de Bill Clinton) definió a los "trabajadores del conocimiento" como analistas simbólicos. y nos proporciona un enlace a una definición "académica" del térrmino.
El próximo libro de Tyler Cowen se titula Symbolic goods, (aquí se puede leer el primer capítulo). Algunas ideas del capítulo introductorio:
Arts and arts policies also have a strong symbolic component. I define a symbolic good as offering a feeling or perception of affiliation. An individual may affiliate by donating money to a university, charity, or artistic program, thereby associating with a particular cause. ...
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Our cultural decisions tell the rest of the world what kind of person we are, or at least what kind of person we are pretending to be. ...
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Most importantly for this book, individual stances on arts policy are symbolic goods just as artistic commodities are. Citizens take pride in having governments that promote and identify with beauty and cultural status. Arts policy therefore has much in common with lags, national anthems, honorary monarchies, and monuments. A government will endure only if it provides a credible set of symbols to its citizens, and arts policy has become part of the symbolic package of the modern state. It is no accident that totalitarian states have devoted so much attention to the arts.
Por cierto Cowen es uno de los Marginal Revolutionarios.
El objetivo de esta entrada es ambiguo (como la propia entrada); divagemos sobre el tema, manipulemos nuestros símbolos y construyamos nuevas realidades (o al menos intentémoslo).