Naciones Unidas, a través de su Programa Mundial de Alimentos, ha producido un videojuego educativo, Food Force. El juego es una combinación de estrategia (toma de decisiones sobre asignación de ayuda y logística) y acción (transporte de ayuda en situaciones de conflicto o tras desastres naturales) que trata de mostrar a niños de 8 a 13 años como funciona el mundo de la ayuda al desarrollo y en que consiste el problema de la seguridad alimentaria.
Worldchanging ha dejado constancia del lanzamiento del juego y discute el escepticismo que puede causar el utilizar un videojuego en educación y que un organismo internacional se dedique a producir juegos:
When one hears that the United Nations has produced a video game about food aid, skepticism is a reasonable response. But the reviews of Food Force, the new game produced by the UN World Food Program, have been surprisingly good. Food Force -- which is designed for 8-13 year olds -- puts players in the role of the rookie on a food aid team working in the fictional country of Sheylan. The game has various stages with different kinds of tasks, from action elements like running food convoys over dangerous roads to deliver aid, to simulations like finding, buying and shipping food from around the world. The final mission is a SimCity-like game where food aid is used to help rebuild the nation's economy.
El juego es gratuito y se anima a la gente a distribuirlo, pero no utiliza software libre. Este puede ser un factor limitante en su difusión. Por ejemplo, sólo cuenta con una versión en inglés, y, estando destinado a niños, el disponer de versiones en otros idiomas podría ser de gran ayuda (recordemos que en el fondo es un juego). Pero ¿quién lo va a traducir?: la ONU con dinero público o la comunidad de usuarios de modo gratuito (y siempre que tengan la posibilidad legal y puedan acceder al código). Sólo si nos preocupa escasamente el uso de la financiación de la ONU o no entendemos que es el código abierto podemos preferir la primera opción.