Brian Micklethwait publicó ya hace un tiempo en Samizdata.net (un blog libertario e irreverente, con mucho sentido del humor y y material fresco para la reflexión, siempre crítica por supuesto) una comparación entre los efectos a corto plazo de los sistemas de regulación estatal y los sistemas de mercado libre. Vaya por delante que Micklethwait es un libertario defensor del libre mercado, pero su ensayo pone el acento en un problemilla que normalmente tiende a olvidarse en las conversaciones y discusiones teóricas (quizás por que pararse en los detalles es poco elegante y nos estropea el discurso).
Los periodos de transición, tras un cambio de "régimen" pueden tener comportamientos radicalmente distintos a las tendencias posteriores a largo plazo. Me explico, supongamos que en un sistema económico fuertemente regulado instauramos de repente el libre mercado con mínima (o nula) intervención estatal. Dado que los mercados tienen un comportamiento caótico (en el sentido matemático del término), inicialmente, y hasta que los procesos auto-organizativos se desarrollen y los precios empiecen a proporcionar información robusta y transparente sobre el sistema, el efecto puede ser negativo (reducciones en los ingresos y en el bienestar). Posteriormente, una vez los mercados se auto-organizan de manera que su dinámica aporta información clave a los usuarios, los efectos beneficiosos se disparan. El stick de hockey de la derecha reflejaría este proceso: la caida inicial (el mango) y el crecimiento psoterior (el extremo).
Por el contrario, cuando el estado empieza a intervenir (a través de leyes, tarifas, impuestos, etc), el efecto inicial puede ser benficioso (se inyecta dinero, aunque se gaste de forma poco eficiente, que mejora el nivel de vida). Sin embargo, al cabo de un tiempo estas intervenciones hacen que el mercado deje de aportar información válida a lo usuarios (que no cuentan con elementos que guíen la toma de sus decisiones); además el estado suele gestionar los recursos de modo ineficaz. Suamndo ambos procesos (ciudadanos que no pueden tomar decisiones informadas y estado ineficaz) se entra en crisis. El stick de la derecha representaría este proceso. [Micklethwait "propone", para que ´tengamos una mejor visualización de los "beneficios" del intevencionismo, que el extremo del stick se hunde en la tierra].
Todo esto me lleva a la reflexión sobre lo importantes que son las fases de transición, y como una solución a un problema que puede ser buena en términos teóricos (aplicada a una situación hipotética de estabilidad), puede generar efectos negativos iniciales que pueden provocar una contra-respuesta que atace la solución y no el problema. Normalmente ni los gobiernos ni los ciudadanos tenemos la paciencia suficiente para esperar al medio o largo plazo. De este modo, el diseño de estrategias de gobierno se complica dado que no sólo debemos buscar la solución final buena, sino que debemos pensar en como implementarla y hacer frente a las transiciones.
Por cierto, la idea del stick de hockey es muy visual y se ha usado muchas veces como metáfora, por ejemplo, de las relaciones stock-reclutamiento en pesquerías (versión pdf de un trabajo de Ransom Myers) o los modelos de calentamiento global (aquí aparecen las entradas sobre este tema en el blog RealClimate).