Xavier Sala-i-Martin ha publicado un par de artículos en La Vanguardia (Plan Marshall para Africa, I y II) donde, primero, describe las principales características de la propuesta de Tony Blair para solucionar el problema del hambre en Africa, y, segundo, critica abiertamente esta estrategia.
La Comisión para Africa que promovió el político birtánico propone realizar un "big push" en la ayuda internacional, de forma que los países dediquen el 0.7% de su PIB en ayuda al desarrollo durante los próximos 30 años, pero que esta aportación se concentre en sólo 10 años. Además porponen que sean organismos internacionales, como el Banco Mundial o el FMI, los que gestionen esa ayuda. Y por útlimo, en contrapartida, los gobiernos africanos deberían solucionar sus problemas de corrupción.e ineficiencias burocráticas. Por supuesto, las propuestas (recogidas en un informe de más de 400 páginas) son más detalladas, pero las ideas anteriores constituyen su núcleo básico y esencial.
Sala-i-Martín manifiesta su escepticismo sobre el efecto de una avalancha de ayuda económica si no cambian antes (no durante o después) los gobiernos de muchos países africanos. Simplemente, el incentivo para apoderarse fraudulentamente de la ayuda será mucho mayor. Además plantea una cautela importante: el proyecto Blair es una apuesta muy fuerte y sin marcha atrás; si no tiene éxito, ¿que harán los países pobres con los mismos problemas pero sin recibir ayuda durante 20 años (dado que hemos gastado toda la correspondiente a 30 años en 10)?. Por último, Sala dirige sus críticas a los organismos internacionales, que ya han demostrado su ineficacia y fracasado estrepitosamente en otras ocasiones; no parecen los más adecuados para gestionar ese enorme volumen de ayuda.
Prácticamente al mismo tiempo, Jeffrey Sachs (un famoso economista del desarrollo y director del Earth Institute de la Universidad de Columbia) ha publicado su libro The end of poverty. Su propuesta surge en el marco de su trabajo como asesor del Secretario General de Naciones Unidas para la erradicación de la pobreza mundial (este artículo de The New York Times describe este programa y las ideas de Sachs). En breve, Sachs defiende la estrategia del "big push".La revista Time cubrió ampliamente el lanzamiento del libro e ideas de Sachs. La cobertura de Time fue muy poco crítica y dió mucha publicidad al trabajo de Sachs. Por el contrario, William Easterly, catedrático de la Universidad de New York y antigüo Senior Advisor del Banco Mundial, critica, en The Washington Post, las ideas de Sachs (por razones en muchos casos próximas a las de Sala-i-Martin respecto al plan de Blair). Marginal Revolution trató este tema en varias entradas, defendiendo en todos los casos posturas próximas Easterly. Daniel Drezner analiza el tema desde el mismo punto de vista, criticando la propuesta de Sachs, y citando otras referencias que apoyan estas críticas.
Drezner, Easterly o MR (y también Sala-i-Martín) concluyen que ojalá todo fuese tan sencillo como realizar un esfuerzo colosal de ayuda económica (los 150 millardos de dólares de Sachs o el 0.7% del PIB de 30 años concentrado en 10 años de Blair), pero la realidad es más dura y dificil: la buena gestión de los recursos económicos es más importante y, hasta que esa buena gestión no se pueda asegurar (por la erradicación de la corrupción) el "big push" puede tener efectos mínimos o incluso ser contraproducente.
Drezner comenta otra cuestión que a mi me parece muy relevante: ¿cómo es posible que este tema (de enorme importancia mundial y que ha generado mucho debate en los medios tradicionales) no haya sido prácticamente comentado en la blogosfera?. Por desgracia, parece cumplirse la teoría de Ethan Zuckerman segun la que la blogosera presta una atención desmedida al mundo desarrollado, de donde provienen la mayor parte de bloggers, y no se perocupa apenas por otros problemas más graves y acuiciantes.
El sitio de The end of poverty incluye numerosos recursos sobre el trabajo y propuestas de Sachs.
Aquí y aquí tenéis algunos comentarios previos míos sobre la propuesta de Sachs.