Marta Peirano se pregunta en Elástico (y sus blogs hermanos) ¿Quién diseña nuestras ciudades?. Se queja del exceso de publicidad en espacios públicos (marquesinas, autobuses, etc) que no beneficia en nada, al menos directamente, a los ciudadanos, pero que todos soportamos en silencio.
El ejemplo más escandaloso, desde mi punto de vista, es el de los anuncios que cubren las casas en rehabilitación. El ayuntamiento es muy estricto con las fachadas de las casas y no tolera que se pinte un balcón de distinto color o que se cuelgue un aparato de aire acondicionado en las calles más representativas de la ciudad. Y cumplimos.