Un reciente Policy Research Working Paper del Banco Mundial (Kim-Song Tan & Sock-Yong Phang, From efficiency-driven to innovation-driven economic growth: perspectives from Singapore, WPS3569, resumen, artículo completo en pdf) analiza la transición de Singapur desde una economía basada en la eficiencia en la manufacturación (reducción de costes en la producción industrial) a otra basada en la innovación y la creatividad. Lo interesante del caso es que este proceso, aparentemente exitoso, ha sido dirigido por el gobierno y ha sido fruto de una planificación estratégica totalmente centralizada. El artículo explica la estrategia gubernamental centrada en crear un centro urbano atractivo para los individuos más innovadores generando una oferta de innovación que se adelante a la tendencia existente en otros países desarrollados y proporcionando a esta ciudad estado una ventaja competitiva en la economía global.
Lo que sucede en Asia desafía en ocasiones a las teorías económicas y políticas: Singapur innova y lidera la globalización mediante un sistema planificado mientras que China, un país comunista, se está convirtiendo en el líder de los mercados libres mundiales.