Tendemos a asumir que el mundo desarrollado es homogéneo, pero su geografía esconde regiones con diferente grado de desarrollo. Cuando una región "en desarrollo" (como creo que se debería considerar Galicia, y otras en España) se sitúa en un entorno geopolítico "desarrollado" se corre el peligro de que se traten de aplicar las recetas estándar para resolver problemas atípicos. Eso es lo que creo que ha sucedido en Galicia durante mucho tiempo. Como alternativa, las regiones más atrasadas, en lugar de empeñarse en copiar (tarde y mal) recetas diseñadas para otras necesidades (buenos ejemplos son el fomento indiscriminado por el anterior gobierno gallego de parques tecnológicos o de clústers empresariales), deberían buscar soluciones apropiadas a sus necesidades. Así, podrían seguir estrategias de leapfrogging, que Worldchanging define así:
"Leapfrogging" is the notion that areas which have poorly-developed technology or economic bases can move themselves forward rapidly through the adoption of modern systems without going through intermediary steps
El papel de las universidades en el desarrollo socioeconómico es un buen ejemplo de la reflexión anterior. Siempre me he sentido insatisfecho con el papel que se propone que las universidades jueguen en nuestro entorno, que se puede resumir en eslóganes e ideas como: implicación social de la universidad, colaboración estrecha con la empresa, organización vertical y lineal del I+D+i (las fases iniciales se desarrollan en la universidad, se transfiere la tecnología y el conocimiento, y por último se realiza la innovación en la empresa), etc. Todo esto parece muy razonable, pero en nuestro entorno la masa crítica de empresas que pueden ser capaces de rentabilizar la investigación universitaria en nuevos productos y servicios es muy pequeña. Además contamos con unas sociedades débiles, en el sentido político, demasiado dependientes de los poderes políticos y que, por tanto, difícilmente buscan conocimiento e ideas al margen de los canales oficiales. Como consecuencia, una universidad clásica de investigación (que puede funcionar muy bien en una región desarrollada de un país desarrollado) no es capaz de romper las barreras que la separan de las empresas y sociedad en regiones desarrolladas (o al menos, lo hace muy lentamente).
Como alternativa, en algunas regiones deberíamos sacudirnos las pretensiones de región "high tech", y aprender de otras realidades que, a lo mejor, se parecen a la nuestra mucho más de lo que nos gustaría.
Todo este preámbulo me sirve para comentar una serie de entradas del blog Timbuktu Chronicles. Bajo ese nombre publica sus comentarios Emeka Okafor, un consultor y emprendedor africano que vive en Nueva York, y escribe sobre "A view of Africa and Africans with a focus on entrepreneurship, innovation, technology, practical remedies and other self sustaining activities". Uno de los temas que ha abordado repetidamente en los últimos meses ha sido el papel de las universidades africanas como motores del desarrollo de las comunidades locales. Y es aquí donde se discuten modelos e ideas de las que podríamos aprender en las regiones en desarrollo del mundo desarrollado.
Emeka Okafor propone que las instituciones de enseñanza superior africanas deben ser los principales semilleros de emprendedores diseñando sus propios planes de formación e incubando las ideas y proyectos que surjan entre sus profesores y estudiantes (y yendo más allá en su participación activa de lo habitual en países occidentales). Otro comentario hace referencia a la African Virtual University, un nuevo modelo de universidad internacional basada en las tecnologías de la información. AVU colabora con otras instituciones universitarias y diseña programas de estudio y sistemas de enseñanza adaptados a la realidad de los diferentes países africanos.
Hace poco, Timbuktu Chronicles se hacía eco de un artículo de Calestous Juma en SciDev.Net sobre la necesidad de reinventar la universidad africana (en este otro comentario se refiere críticamente al papel tradicional de buena parte de las universidades africanas, dedicadas a la formación de "civil servants", un objetivo bastante improductivo y que compite con los objetivos de desarrollo). En estos artículos he encontrado grandes similaridades con lo que son y deberían ser las universidades en Galicia.
Calestous Juma es profesor en la Kennedy School of Government de la Universidad de Harvard y fue el autor principal del libro Innovation: Applying knowledge in development (informe final del Task Force on Science, Technology and Innovation of the Millennium Project commisionado por la ONU), del que ya hablamos hace tiempo.
Los argumentos de Juma para proponer un cambio radical en las universidades africanas son estas:
Universities and other institutions of higher learning are key players in domesticating knowledge and diffusing it into the economy. But they can only do that through close linkages with the private sector. And that will require major adjustments in the way that universities function in Africa (as well as the rest of the developing world).
Many of these universities will need to be changed from being conventional sources of graduates to becoming engines of community development. In other words, they will need to become 'developmental universities', working directly in the communities they are located in (see The role of universities in knowledge production).
The main role of the first generation of African universities was to create civil servants. Unfortunately, this classical model has become the template within which new universities are created, even though social and economic needs have changed radically.
The continent needs a new generation of universities that can serve as engines of both community development and social renewal.
The task ahead is not simply one of raising more funds. It will require deliberate efforts by governments, academia, business and civil society to reinvent higher education and put it to the service of the African people. To achieve this, a qualitative change in the goals, functions and structure of the university is needed.
El artículo incluye diversos ejemplos concretos de universidades africanas (y latinoamericanas) que han diseñado programas adaptados a las necesidades locales logrando la formación de profesionales que han emprendido proyectos innovadores existosos en su comunidad.
Para lograr esta reinvención propone tres decisiones estratégicas:
- promover la reforma de las universidades existentes, para ponerlas al servicio del desarrollo de las comunidades y regiones donde se localizan
- incrementar el nivel de competencia académica de las instituciones técnicas que ya contribuyen al desarrollo comunitario (lo que significa que deben reconocer e incentivar las actividades de apoyo a las comunidades que realizan sus profesores)
- aprovechar la oportunidad que supone la creciente creación de nuevas universidades para diseñar instituciones de novo adaptadas a las necesidades de desarrollo de sus regiones.
Por supuesto, no se trata de aplicar de modo directo estas ideas a nuestra realidad (caeríamos en el mismo error que cuando traducimos directamente el modelo de California, Boston, Madrid o Cataluña), pero si son materiales para la reflexión y el diseño de estrategias realmente innovadoras.