A pesar de ser biólogo (no todos podemos ser perfectos :-), el artículo John Whitehead en Environmental Economics Blog, titulado Economists are better fish conservationists than biologists, me parece muy interesante y bastante acertado (y mis reparos no van tanto por las críticas a los biólogos como por el exceso de fe en los economistas).
La agencia gubernamental de EEUU para la gestión de pesquerías (NOAA Fisheries, hasta hace poco NMFS) ha cambiado la filosofía de las regulaciones que aplica para evitar la sobrepesca. En concreto, ahora propone utilizar como objetivo la captura o producción óptima sostenible ("optimum sustainable yield", OSY), no la producción máxima sostenible (MSY). Esto implica que, como es lógico pero ha pasado inadvertido en las agencias pesqueras durante muchos años (y sigue pasando en muchas), se incluyan los costes de explotación en las evalauciones y definición de regulaciones. La consecuencia inmediata, que favorece la conservación de los recursos, es que las capturas recomendadas (óptimas) son inferiores a las máximas. La NMFS fact sheet lo resume así:
NOAA Fisheries Service is proposing to modify the guidelines that help fishery managers implement National Standard 1 of the Magnuson-Stevens Fishery Conservation and Management Act. National Standard 1 requires fishery managers to prevent overfishing and rebuild stocks in federal waters - from three to 200 miles off U.S. coasts - while achieving the optimum yield from each fishery. Overfishing is a level of fishing that threatens the long-term health and sustainability of a fishery. Optimum yield is based on the maximum sustainable yield a fishery can produce, as reduced by ecological, economic and social considerations.
John Whitehead saca sus conclusiones y explica sin tecnicismos el modelo de evaluación (relación captura-esfuerzo) que permite estimar los parámetros MSY y OSY:
If put into effect, economic analysis, such as it is in fisheries, will have more influence and fewer fish will be caught because economists are better fish conservationists than biologists.
First, the basic economic analysis of the fishery. As more people fish more hours with more gear (all called "effort" in fisheries jargon) catch and revenue increases. That is, up to a certain point. Somewhere along the way people catch too many fish and "recruitment" (baby fishes being born) falls and fish stocks fall. At this point, more effort actually decreases catch and revenues.
Now for the costs. The costs of fishing increase with more effort. Done.
So, imagine an unregulated fishery. Boats fish until there is no more profit to be earned. This occurs when the catch, revenues, and stock of fish are at low points. Fishers don't make much money. Biologists try to improve on this by regulating for the "maximum sustainable yield" (MSY) MSY is the maximum catch that can occur every year. In effect, MSY maximizes revenues.When economists enter the picture they scratch their heads and wonder why biologists regulate to maximize revenues instead of profits. In other words, why do biologists ignore the costs of fishing? Economists promote the "optimal sustainable yield" (OSY) where the effort level is set where the difference between revenues and costs is maximized. As it turns out, the OSY effort level is usually below the MSY effort level. Lower effort leads to less catch and healthier fish stocks.
That is why I think I can get away with saying that economists are better fish conservationists than biologists.
En The Commons Blog matizan la pregunta ¿biólogos y economistas? y se decantan por los propios pesacores como los mejores conservacionistas, siempre que se den las reglas de juego adecuadas para que el comportamiento de los pescadores garantice la sostenibilidad de la pesquería:
biologists or economists? John Whitehead makes the case for economists here. To add my own two cents: In my experience economists have an additional edge because they have a greater understanding of the incentives that drive over-exploitation of fish stocks. But the greatest conservationists of all are the fishermen them selves if -- and this is a mighty big if -- they have property rights that tie their economic well-being to the health of the resource and reward their stewardship. And the stronger the property rights, the stronger the conservation incentives. ...
Creo que The Commons Blog acierta en su análisis. Y ahora mi opinión respecto a la decisión de NOAA Fisheries (que ya comenté en el post de Environmental Economics Blog; por cierto la discusión ha sido muy animada e interesante, pero, para mi gusto, demasiado teórica). El cambio que propone NOAA Fisheries (pasar de MSY a OSY) va en la dirección correcta pero sigue siendo una forma demasiado teórica de entender la gestión de las pesquerías. Encuentro tres problemas básicos:
- MSY y OSY son parámetros resultantes de modelos en equilibrio y tienen sentido sólo en esa improbable situación. En poblaciones naturales, el equilibrio es la excepción. Por tanto este tipo de análisis es apropiado pra entender el comportamiento promedio de un sistema pero, en mi opinión, no debería utilizarse en la práctica en la gestión de los recursos.
- ¿Cómo podemos traducir el esfuerzo óptimo (o máximo) teórico en unidades prácticas que sean medibles y controlables?. Esta cuestión no es banal dado que en la mayoría de pesquerías no existe la información precisa para poder realizar esta traducción.
- ¿Es posible controlar las regulaciones del esfuerzo pesquero?. Mucho me temo que en muchas pesquerías la respuesta sea negativa, al menos mientras los propios pescadores no participen en el control. Y aquí debemos regresar al comentario de The Commons Blog dado que la única forma para que los pescadores se alineen con el objetivo de la sostenibilidad y participen activamente en el control del esfuerzo es mediante la implementación de derechos de propiedad (o uso, añadiría yo) fuertes (o sea aplicables en la práctica y transferibles).
Por tanto, pasar del paradigma del MSY al OSY es caminar en la buena dirección, pero este paso sigue siendo exasperantemente lento mientras la sobre-explotación sigue avanzadndo en muchos recuros que no están gestionados correctamente y con regulaciones realistas.
Y como soy biólogo, y sin ánimo de ser corporativo, conviene aclarar que la biología pesquera lleva ya décadas incluyendo los costes en sus modelos de evaluación de pesquerías, del mismo modo que la mayor parte de economistas pesqueros entienden que las poblaciones biológicas son mucho más complejas de lo que los modelos económicos suponían inicialmente.