La Voz de Galicia ha publicado una noticia (Madrid obligará a cada barco a administrar su cuota de Gran Sol) aparentemente poco relevante pero que puede esconder una cierta revolución en la gestión pesquera en Espeña y la Unión Europea.
Si el gobierno español anunciase que se iban a privatizar los recursos pesqueros, seguramente se generaría una enorme "alarma social" y un amplio y apasionado debate. Si el gobierno español dice que a partir de ahora cada uno de los cerca de 200 barcos con licencia para pescar en el caladero de Gran Sol (situado al norte de Irlanda) debe administrar su propia cuota, la noticia pasará inadvertida para la mayoría de ciudadanos y para muchos de los relacionados con el mundo de la pesca sólo significará un nuevo cambio admnistrativo.
Pero el cambio puede tener mucho más calado y modificar radicalmente el modelo de gobierno de las pesquerías en España. Hasta el momento, en los caladeros de jurisdicción comunitaria (como es el caso del Gran Sol) cada país tiene asignada una cuota anual permitida (TAC) asignada por la UE para cada recurso. En España, los barcos con licencia informan regularmente de sus capturas al gobinero que las va contabilizando y detrayendo del TAC anual. Cuando el TAC se agota (situación qeu difícilmente sucde en la práctica), se paraliza la pesquería hasta el siguiente año. El sistema traslada la responsabilidad al gobierno español y el control se convierte en una tarea muy complicada, dadoa que los barcos tienen un gran incentivo para "maquillar" sus capturas (aunque no sea políticamente correcto, se podrían explicar diferentes sistemas para reducir las capturas oficiales o para intercambiar los datos entre especies de alto y bajo valor comercial). Este maquillaje es el que en general logra que el TAC rara vez se agote o lo haga sólo en los días finales de la campaña.
Ahora, parece que el gobierno propone repartir a priori el TAC entre barcos, que cada barco pesque su cuota a lo largo del año como desee (e independientemente de las capturas acumuladas por el resto de la flota) y que cada "propietario" de cuota pueda optar por no capturarla y transferir su derecho de pesca (su cuota) a otro barco a cambio de un precio a negociar entre las dos partes.
Ante esta propuesta el sector, según la noticia, parece dividido. Oficialmente estas son las razones del apoyo o la oposición. A favor: 1) la desaparición de la "carrera por pescar" (ya no existe el temor a que se agote el TAC) por lo que se puede organizar la actividad en función de las necesidades de la empresa y de la demanda del mercado; y 2) la mayor eficacia administrativa del sistema.
En contra: 1) los problemas de asignación inicial (se habla de "derechos de pesca" sin especificar como se definirán; algunos representantes del sector proponen utilizar la serie histórica de capturas); 2) los problemas derivados de ser ésta una pesquería multiespecífica (se puede agotar la cuota para una epecie, pero ese barco podría seguir teóricamente explotando otras; en este caso debería comprar cuota a otro barco para poder seguir con su actividad); y 3) como consecuencia de lo anterior las estrategias de ciertos armadores que pueden optar por no pescar y esperar a final de año para vender su cuota cuando otros barcos la necesiten.
Lo que propone el gobierno español, si la noticia es fidedigna, es en realidad una cuasi-privatización de los recursos pesqueros del Gran Sol: se establecen cuotas individuales (asignadas a cada barco/armador/empresa) que se supone que serán estables en el tiempo, y son transeribles o dicho de otro modo comercializables. Por tanto, son ITQs, no un cambio administrativo.
En mi opinión, el sector ha entendido perfectamente la relevancia del cambio
y sus argumentos oficiales son sólo la punta del iceberg de su
estrategia. Para una parte del sector el sistema resultará muy
atractivo, para otra parte no pues dificulta la pesca "ielgal y no
reportada" (como la define FAO) y puede implicar una reducción (o
eliminación) de los subsidios en un futuro.
Las ITQs suponen un cambio en el modelo de derechos de propiedad y de gobierno de las pesquerías. Hace unos años se abrió el debate sobre la implanatación de ITQs en la UE y, debido a la fuerte respuesta, al final la idea se aparcó para mejor ocasión (aunque ya existen en algunos países europeos en sus aguas territoriales de gestión esclusiva). Pero, ahora parece que se van a implantar de facto. Esto no esen realidad tan novedoso por que en Galicia, y en el sector marisquero, ya existen algunos casos muy próximos, aunque más imperfectos, a un sistema de ITQs de facto (asociadas al derecho de venta de la cuota junto con la embarcación). historia).
Yo he defendidio el sistema de ITQs para este tipo de pesquerías (industriales y dedicadas a recursos con stocks con una amplia distribución geográfica), como un modo de mejorar la eficacia de la gestión y de evitar los efectos perversos de los subsidios (sería de esperar que, una vez se trasladan los derechos de propiedad a los propios pescadores, la responsabilidad del estado en la sobre-explotación de los stocks sería menor). En el caso de las pesquerías artesanales costeras el sistema de ITQs no es adecuado por dificultades técnicas (stocks con fuerte estructura y persistencia espacial e coste de evaluación de todos los stocks), pero si sistemas de derechos territoriales (individuales o comunitarios).
Esta forma de hacer las cosas es sorprendente, pero a lo mejor es la manera de introducir cambios radicales por la puerta de atrás, evitando el debate y con mayores posibilidades de éxito. Si es así, bienvenida sea la "reforma administrativa", que además tiene algunos de los elementos de un buen sistema de ITQs, en particular que está basado en TACs estimadas anualmente (y no en un tamaño de stock asumido como fijo). El problema es que, debido en parte al modo en que se gesta el cambio, no existe la seguridad de que todos los detalles se aborden correctamente: sistema de asignación inicial, mecanismos de transferencia de cuotas, sistemas de control, responsabilidad (técnica y financiera) de la evaluación anual de los recursos, inclusión de la estructura espacial de los stocks en la gestión, etc.