Con el actual incremento del precio del petróleo se han desatado las predicciones alarmistas y la fe absoluta y acrítica en las energías renovables. David de Ugarte, que hace días ya criticaba algunos errores básicos en los análisis sobre el futuro energético, vuelva ahora a criticar (Renovables 2050: brindis al Sol) con mucho sentido común e información objetiva el reciente Informe sobre energías renovables (pdf) que acaba de hacer público Greenpeace España.
Este informe presenta un escenario español para 2050 en que las energías renovables podrían cubrir la práctica totalidad de las necesidades energéticas. El problema es que, para conseguir su objetivo, el informe utiliza datos demográficos muy discutibles (la emigración ya está provocando una aceleración del crecimiento de la población que Greenpeace parece ignorar), olvida muchas problemas no resueltos de las energías renovables (por ejemplo que hoy por hoy no pueden ser alamacenadas y por tanto no pueden acoplarse a los ritmos de demanda), y no aborda la necesidad de una I+D que permita desarrollar las tecnologías precisas para que las energías renovables se conviertan en algo más que una utopía.
El informe de Greepeace cita a la biomasa como una fuente de energía renovable con mucho futuro en diferentes regiones españolas. Pero se están acumulando una serie de evidencias que demuestran que el uso de la biomasa como fuente para obtener combustibles líquidos puede tener los mismos problemas (o mayores) de coste e impacto ambiental que los combustibles fósiles.
1.
New Scientist ha publicado el artículo Forests paying the price for biofuels
donde pone de manifiesto que la demanda de "energía verde" produce el efecto perverso de incentivar la destrucción de los bosques tropicales (se estima qyue en Brasil está es la principal causa de destrucción de masa boscosa). 37 Signals resalta este párrafo del artículo de New Scientist:
The drive for “green energy” in the developed world is having the perverse effect of encouraging the destruction of tropical rainforests. From the orangutan reserves of Borneo to the Brazilian Amazon, virgin forest is being razed to grow palm oil and soybeans to fuel cars and power stations in Europe and North America. And surging prices are likely to accelerate the destruction… The rush to make energy from vegetable oils is being driven in part by European Union laws requiring conventional fuels to be blended with biofuels, and by subsidies equivalent to 20 pence a litre. Last week, the British government announced a target for biofuels to make up 5 per cent of transport fuels by 2010. The aim is to help meet Kyoto protocol targets for reducing greenhouse-gas emissions.
La obsesión por reducir las emisiones de CO2 hace que no se preste atención a otros efectos de las estrategias energéticas "sostenibles". Sería discutible si es más beneficioso conservar bosques o reducir emisiones (en mi opinión la conservación de bosques produce mayores beneficios reales tanto ambientales como económicos), pero el problema es que este debate no existe, al menos en los ámbitos gubernamentales donde se están decidiendo las políticas energéticas.
2.
Worldchaning analiza los retos que plantea el uso de biomasa como energía (The biofuel dilemma). Por una parte, propone una serie de ventajas que ofrece su utilización respecto a los combustibles fósiles:
There's much to like about biofuels. They can replace fossil fuel uses without requiring significant modification of machinery. Since they are generally derived from vegetation, they're close to carbon-neutral (as the next crop of plants will take up the carbon dioxide released from burning the previous biofuel crops). Biofuels like biodiesel produce significantly fewer particulates and carbon monoxide than regular diesel, and produce few of the sulfur emissions leading to acid rain. And while some regions hope to become biofuel powerhouses, the ability to make biofuels is not limited by geography, so cartels and "peak production" won't become problems.
Pero, también vuelve a citar los mismos problemas que comentábamos antes:
But biofuels have some notable drawbacks, too. Making biofuels from plants already in demand for food, such as soy, corn and canola/rapeseed, raises the prices of the food versions and reduces available supplies. And increased demand for biofuels is triggering the expansion of agricultural land, with devastating results in some areas. According to this week's New Scientist, the clearing of land in south-east Asia for palm oil production is the leading cause of rain forest destruction in the region; Brazil faces a similar problem with soya plants, already the primary cause of deforestation prior to the biofuel boom.
Por tanto, para Worldchanging, la biomasa puede ser una oportunidad pero siempre que se utilicen resíduos y no se base en plantaciones específicas para producción de energía. De nuevo, como en el caso de la energía solar o la eólica, con la tecnología actual, la biomasa no es una solución total (ni posiblemente parcial) al problema energético.
3.
En Julio Cornell University News Service difundió un estudio (Natural Resources
Research Vol. 14:1, 65-76) del grupo del ecólogo David Pimentel que demostraba que la producción de etanol y biodiesel a partir de biomasa no es rentable en términos energéticos:
Pimentel and Tad W. Patzek, professor of civil and environmental engineering at Berkeley, conducted a detailed analysis of the energy input-yield ratios of producing ethanol from corn, switch grass and wood biomass as well as for producing biodiesel from soybean and sunflower plants...
In terms of energy output compared with energy input for ethanol production, the study found that:
- corn requires 29 percent more fossil energy than the fuel produced;
- switch grass requires 45 percent more fossil energy than the fuel produced; and
- wood biomass requires 57 percent more fossil energy than the fuel produced.
In terms of energy output compared with the energy input for biodiesel production, the study found that:
- soybean plants requires 27 percent more fossil energy than the fuel produced, and
- sunflower plants requires 118 percent more fossil energy than the fuel produced.
In assessing inputs, the researchers considered such factors as the energy used in producing the crop (including production of pesticides and fertilizer, running farm machinery and irrigating, grinding and transporting the crop) and in fermenting/distilling the ethanol from the water mix. Although additional costs are incurred, such as federal and state subsidies that are passed on to consumers and the costs associated with environmental pollution or degradation, these figures were not included in the analysis.
Estos resultados son si cabe más relevantes dado que su principal autor, David Pimentel, ha defendido posturas muy próximas al discurso ecologista de agotamiento de los recursos (aquí se puede leer una denuncia de los peligros del crecimiento poblacional, proponiendo un control demográfico estricto). Esta sería su propuesta de estrategia energética:
"Ethanol production in the United States does not benefit the nation's energy security, its agriculture, economy or the environment," says Pimentel. "Ethanol production requires large fossil energy input, and therefore, it is contributing to oil and natural gas imports and U.S. deficits." He says the country should instead focus its efforts on producing electrical energy from photovoltaic cells, wind power and burning biomass and producing fuel from hydrogen conversion.
Pero todas estas alternativas requieren desarrollos tecnológicos para convertirse en una alternativa.