Ramón Sangüesa se sentía optimista y se lo agradezco. A veces es difícil pensar en positivo contemplando el panorama, pero Ramón (que también incluye razones para el pesimismo) se anima (y nos anima) por estas razones:
- mis alumnos, especialmente en los proyectos de i2cat
- mis compañeros de blog aquí y en Mileuristas
- varios emprendedores que están imaginando nuevos proyectos de negocio e innovación
- una parte minúscula de la Administración que empieza a pensar diferente, esto es, que debe posibilitar caminos abiertos para la gente y no controlarla y apuntarse las medallas y que empieza a entender qué quiere decir "inversión estratégica"
- empresarios jóvenes que están atacando mercados internacionales desde la innovación, les está yendo muy bien… y no tienen ningún problema en afirmar que sin buena I+D y buena innovación organizacional no estarían donde están
- en general, personas que aceptan que el mundo siempre es abierto, incierto y complejo y no esperan a que se organice de forma precisaLes falta de todo: masa crítica, sistema financiero, marco legal, estrategia compartida por todos los actores.
Pero siguen adelante.
Cambiando los detalles personales, yo soy optimista por las mismas razones. Hace poco yo proponía deconstruir la universidad y Ramón "entraba al trapo". Con gente como la que él cita, puede que incluso tengamos alguna posibilidad de éxito :).