Los podcasts de Scalae son una pequeña maravilla que todas las semanas nos regalan Félix Arranz y Paola Mascioli desde Barcelona (y que a veces se permiten experimentos estéticos de lo más sugerente).
El último episodio, Scalae podcast 18, se titula Vicente Guallart, de BCN multimedia a Taiwan, pasando por Meta-Sociopolis. Paola y Félix entrevistan a Vicente Guallart, arquitecto valenciano afincado en Barcelona, fundador de Produciones Multimedia y Metápolis, director del Institut de Arquitectura Avançada de Catalunya y participante en el proyecto Sociópolis que se desarrolla en Valencia.
Ha sido una grata sorpresa descubrir un arquitecto en ejercicio y con una intensa actividad (con proyectos, por ejemplo, en Taiwan o Seúl además de las obras y desarrollos urbanísticos que realiza en España) con una visión amplia que abarca un mundo mucho más complejo que el que representan los edificios. Así, Guallart conoce las tecnologías de la información y defiende su uso para crear nuevos espacios sociales en las ciudades (por ejemplo, comenta su preocupación por dotar a las comunidades de vecinos con servicios de banda ancha, y se pregunta por la legalidad de ciertas soluciones que él defiende). Se preocupa por las ciencias sociales (llega a considerarse un geógrafo más que un arquitecto) entendiendo el espacio y las ciudades de una forma transdisciplinar. Centra el futuro de las ciudades no tanto en "lo construido" como en la gestión urbana, con unos gestores que creen condiciones para la participación de los habitantes de modo que surjan modelos de organización social auto-organizados y no planificados. Por último, le preocupa la sostenibilidad ambiental de la ciudad y propone modelos de mezcla entre los rural y lo urbano. Sus ideas muestran grandes coincidencias con las que he tenido oportunidad de discutir en otras ocasiones. Además, comenta sus proyectos educativos de posgrado, sumamente interesantes e innovadores, y en el mundo de la comunicación.
Muchas buenas ideas para resumir aquí. Totalmente recomendable pasar una hora escuchando este capítulo de Scalae.