En Galicia se ha hablado mucho sobre el feísmo. Hasta el momento ha habido mucho lamento, críticas a la poca cultura de la población que comente estas barbaridades estéticas, esfuerzos de catalogación (por ejemplo esta colección de "fotografías de los internautas" que publica La Voz de Galicia) y demanda de mayor firmeza por la administración pública en el cumplimiento de las normas urbanísticas. Pero no parece que la situación varíe sustancialmente.
Posiblemente, un problema clave que casi nunca se contempla es el efecto perverso de algunas regulaciones que en la práctica premian el feísmo. Por ejemplo al hacer pagar impuestos sólo cuando una vivienda está totalmente terminada se consigue que las edificaciones permanezcan "en construcción" indefinidamente aunque en realidad se habitan inacabadas. Cuando la administración establece normas que sólo puede (o se atreve) a hacer cumplir en parte (o sólo a una parte de los ciudadanos) al final logra incentivar el incumplimiento parcial o total de la norma.
Respecto al problema cultural, el feísmo no sería más que una manifestación de un problema educativo. Es discutible si esto es o no un problema (¿existe un canon estético?, ¿quién y cómo lo define?, o ¿una buena educación lleva a la gente a desarrollar un "buen" sentido estético sin necesidad de normas reguladoras?), pero quien lo considere como tal debería centrarse en la causa (educación) y no en la consecuencia (feísmo). Si se ataca la causa se conseguirá la solución de la consecuencia en el largo plazo, si se ataca sólo la consecuencia se podrá arreglar a corto pero no a largo plazo y la causa (lo realmente relevante) quedará sin resolver.
El periódico británico The Guardian ha publicado una galería fotográfica titulada Britain's most hated buildings:
Britain's most hated buildings have been revealed in a poll of 10,000 people. The poll was conducted by Channel 4 for its Demolition programme, a series about bad architecture, which begins on Saturday. Matt Weaver runs through the 12 worst building sights.
Una iniciativa parecida a la de La Voz de Galicia en lo "estético", aunque en este caso se utilice una amplia encuesta entre la población para la selección de los "edificios más odiados". Aparecen sobre todo edificios de las décadas de los 60 y 70 del siglo pasado, y muy parecidos algunos de ellos a los que tenemos ocasión de "disfrutar" en Galicia.
Esta galería demuestra que el feísmo no es un problema de la idiosincrasia gallega, sino que tiene otras razones socioeconómicas y políticas comunes a diferentes regiones europeas en un periodo histórico concreto.
Las imágenes del Reino Unido se centran en edificaciones urbanas; en Galicia ademáss de estos ejemplos existen abundantes demostraciones del feísmo rural. Puede que este último sea más específico de Galicia.