La lectura de un artículo de John Hagel y John Seely Brown en Business Week (Funding Invention vs. Managing Innovation) ha sido un soplo de aire fresco. Siendo un inexperto que me intereso y preocupo por la innovación y la gestión, siempre me he sentido un extraño en foros o en conversaciones con expertos en innovación en España (y en Europa). Siempre supuse que mi inexperiencia era una de las razones de mi falta de conexión con las ideas que escuchaba.
El artículo de Hagel y Brown, por el contrario, propone una visión muy similar a la que yo defiendo. No viene de Europa (por supuesto), pero sorprendera más a muchos que critica ácidamente las políticas públicas y empresariales norteamericanas de innovación (aunque estas críticas podrían aplicarse aún con más razón a las políticas europeas). Para los autores, EEUU y Europa siguen pensando en innovación en esquemas propios del siglo XX (la financiación de la invención):
While executives of large Western companies and policy-makers of Western governments continue to view innovation through 20th century lenses, entrepreneurial companies in Asia are harnessing the opportunities of the flat world to pursue broader forms of innovation appropriate for the 21st century.
El siglo XX se rigió por economías de escala y eficiencia, colocando el I+D en guetos (los Departamentos de I+D) dedicados a la innovación en productos (con el objetivo último de inventar el producto que rompa los mercados). Fuera de los departamentos de I+D la gestión se basa en la estandarización y automatización de operaciones. En este escenario tiene mucha lógica que los ejecutivos dediquen buena parte de sus esfuerzos a presionar a los gobiernos para que dediquen más esfuerzo financiero a la I+D.
Pero en el siglo XXI deberíamos dedicarnos más esfuerzo a la innovación (la capacidad de crear y capturar el valor económico de las invenciones) que a la propia invención. Y este objetivo tiene mucho que ver con:
Innovation isn't just confined to commercialization of new products. It can also build upon creative new practices, processes, relationships, or business models, and even institutional innovations such as open-source computing -- invention occurs in all these domains. And while breakthrough innovations can generate significant economic value, sustaining that value requires a capacity for continual incremental innovations.
El siglo XXI se regirá por las "economies of speed, scope, and skill". No nos sirven los guetos, la innovación ocurre en todas partes, incluyendo a los competidores / colaboradores externos y a los usuarios. En este nuevo escenario dedicarse a reclamar má fondos de I+D será una pérdida de tiempo. Los ejecutivos deben dejar de mirar tanto a Washington (o a Madrid, o a Bruselas). Pero, ¿a dónde deben dirigir ahora su mirada?. Hagel y Brown recomiendan China para entender los nuevos modelos emergentes de gestión de la innovación:
Entrepreneurial, privately held companies in China have responded to limitations such as restricted access to financing and poor IP protection and come up with creative management approaches designed to accelerate and expand the scope of innovation activity. They haven't yet generated breakthrough product innovations, but the relative pace of incremental innovation is impressive, and it's creating significant economic value. Rapid and sustained waves of incremental innovation cumulatively can lead to more radical changes.
Al contrario de lo que proponen Hagel y Brown, las empresas occidentales siguen mirando hacia Asia casi exclusivamente como una forma de reducción de costes y outsourcing (otra vez la eficiencia). Por el contrario, en un escenario global, Europa y EEUU deberían más bien aprender a innovar de las economías emergentes asiáticas.
]El artículo de Business Week se basa en el libro The Only Sustainable Edge que trata con mucho más detalle estas mismas cuestiones.]