Ramom Nogueira es un gallego raro: innovador, emprendedor en serie y, ahora, business angel. [Aquí podéis leer un breve y buen perfil de Ramom]. Es la persona detrás de Alamut Business Network, una empresa dedicada a conectar a emprendedores y business angels. O sea, Ramom resume en una sola persona (casi) todo lo que se necesita en Galicia, ... y por eso es un gallego raro. Lástima que una persona tenga que hacer todas estas cosas y muy pocas más se preocupen por estos temas.
Ayer lo conocí por primera vez en persona (virtualmente ya eramos "viejos" amigos). La conversación fue muy interesante. Da gusto reunirse con otros bloggers y sentir que, a pesar de ser el primer encuentro personal, existe un ambiente de familiaridad y entendimiento que normalmente se tarda mucho en conseguir. Tenía pendiente escribir sobre Ramom y nuestro encuentro, pero él ha empezado recientemente su propio blog y ya ha comentado nuestra reunión. Como su resumen es genial me permito hacer un copy and paste y me ahorro el esfuerzo de explicarlo peor:
ayer comi con Juan Freire nos alegramos de conocernos off line en dnd que parece el meeting poing bloguero de coruña, igual en el siglo xxii se recordaran las kedadas y beer & blogs como recordamos hoy los cafes gijon y sus tertulias. Pareciamos la mente colmena, y es que conectar maquinas es interesante pero mas interesante es conectar cerebros. Estabamos en plan grid biologico: internet, negocios, humanidad, sostenibilidad, ....
Un tema interesante que comentaba Juan es el de comunidades pesqueras remotas que eran viables y rentables pero eran incapaces de acceder al mercado de capital para su financiacion, supongo que todo esto evolucionara con las redes de business angels, los microcreditos, y la banca etica pero esto es harina de otro costal y da para mucho, asi que si quereis mas por favor serviros clickar gracias. seguimos.
Hablando de los casos chileno, gallego y galapagueño se nos hizo evidente un elemento común: en todos estas comunidades pesqueras artesanales falla el acceso de los pequeños emprendedores (individuales o comunitarios) a recursos financieros, bien por que el capital riesgo no se relaciona con este grupo social (Chile) o por que existe muy poco capital riesgo real y su papel lo cubre la administración pública (Galicia) o las organzaciones internacionales (Galápagos). En estos dos últimso casos, la financiación (que no busca realmente la rentabilidad económica) no suele financiar proyectos emprendedores y viables económicamente, si no que toma la forma de subvenciones asignadas por razones de oportunidad "social" o "política" (Galicia) o en función de la agenda de las organizaciones conservacionistas y de desarrollo internacionales (Galápagos). Consecuencia: en los tres casos los pocos emprendedores y proyectos inetersantes y viables (que aunque pocos podrían promover cambios significativos en el bienestar de las comunidades y en la mentalidad de los pescadores) no encuentran financiación. Además muchas veces se da el efecto perverso de que es más fácil conseguir una subvención por la que no se exigirán resultados que un préstamo para un proyecto empresarial que deberá ser rentable.
Este panorama es bastante desalentador, pero como optimista irracional (o como pesimista incombustible) tiene una parte positiva: constituye el campo de pruebas adecuado para iniciativas de redes de business angels especializados en el sector pesquero (y otros relacionados como la acuicultura y la comercialzación de productos). Hasta ahora no veía viable esta idea, pero hablando con Ramom y conociendo su experiencia vuelvo a tener alguna esperanza. Alguien tendrá que hacerlo.