[1. El presente. 2. El papel del político]
Los blogs son la punta del iceberg de un ecosistema de herramientas y modelos organizativos basados en la colaboración (la fuerza de muchos) y el “open source” (el conocimiento abierto). Se tiende a hablar demasiado de revolución cuando se discute sobre web 2.0. No creo que sea una revolución, más bien una “vuelta a los orígenes” de las sociedades humanas.
La tecnología permite (o podrá permitir en el futuro) eliminar barreras que impiden la “conversación” en las sociedades contemporáneas. Esta conversación, la esencia de la democracia, existió en tiempos históricos: grupos sociales pequeños utilizaban la comunicación cara a cara (de pocos a pocos). El crecimiento demográfico y el desarrollo de las agregaciones urbanas hicieron inefectiva la comunicación tradicional y provocaron la aparición de los medios de masas (de uno o pocos a muchos), pero por el camino nos dejamos una forma de participación ciudadana. Ahora estamos regresando al origen pero a una escala mucho mayor (de muchos a muchos). Las herramientas de la web 2.0 son claves para el regreso al modelo de participación activa y directa. El ciudadano vuelve a serlo, tras un largo periodo como consumidor y espectador.
Los partidos políticos son organizaciones en muchos aspectos similares a las empresas y por tanto el conocimiento y las ideas desarrollados sobre el impacto de las tecnologías de la información en la organización y comunicación en entornos corporativos es directamente aplicable al mundo político. En este sentido, un post de Julen Iturbe en Consultoría artesana en al red en que analiza el paso De la empresa 1.0 hacia la empresa 2.0 resulta especialmente interesante.
[Continuará]