La (mala?) ideología es lo que te impide reconocer la realidad cuando te topas de bruces con ella.
Juan Pedro Quiñonero entrevista al filósofo francés Luc Ferry para ABC (accesible aquí):
“El miedo y la angustia, en nuestro caso, están ligados a una suerte de irresponsabilidad y victimismo. Los jóvenes no solo están a la vanguardia del miedo: también están a la vanguardia de algo que no sé si llamar conservadurismo. Todo lo esperan del Estado y la política. Se comportan como viejecitos que todo lo esperan de una política y un Estado que de un sentido a sus vidas. Hubiera podido pensarse que las extremas izquierdas desapareciesen con el hundimiento del comunismo y la antigua URSS. Pero, en verdad, las extremas izquierdas se han reconstruido afirmando que son posibles otras políticas. Si los movimientos anti mundialización están triunfando es porque muchos jóvenes todavía esperan que la política de un sentido a sus vidas y les ayude a vivir. En las manifestaciones se recrean lazos amistosos y sentimentales que dan sentido a sus vidas y rompe la monotonía de la vida de cada día. A mi modo de ver, se trata de una gran ilusión: ya que, a mi modo de ver, la política no es un fundamento sólido para dar sentido a la vida íntima, individual. Todavía no hemos comprendido que las utopías han muerto. Cuando los jóvenes oyen estas cosas tienen miedo. Y se sienten terriblemente angustiados, ya que han perdido las antiguas muletas de la religión y la política.”
El resto de la entrevista da muchas otras claves para entender el nuevo conflicto francés (y muchas opiniones bienintencionadas que desde España envidian a la juventud francesa y se lamentan de la vacuidad de la española; con el botellón como argumento perfecto).
Por cierto, parece que en cada conflcito francés una entrevista de Juan Pedro Quiñonero aporta las claves que nadie desea ver (en el conflicto del pasado otoño entrevistó a André Gulcksmann; mi comentario).