Aprovecho la entrevista a Fini González que se ha publicado en La Voz de Galicia para traer aquí su blog Cocinalia. Un ejemplo del potencial de un blog para hacer minería de ideas, gestionar conocimiento y mezclar magistralmente lo local (además de mi ciudad) y lo global. Leerlo es un placer intelectual y seguir sus recomendaciones un placer sensorial.
Internet ha democratizado la opinión, y ha dado cierta influencia al usuario. Los consumidores pueden defenderse a base de malas críticas en la web. Se trata del «consumidor 2.0», tal y como lo ha bautizado Fini González, autora de uno de los blogs más leídos de España: cocinalia.blogspot.com. Acaba de comprobar hasta dónde puede llegar su poder: un comentario negativo en la web ha derivado en la retirada del mercado de un producto. Cocina e Internet se dan la mano con una repercusión que sorprende a su propia autora.
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-¿Qué tiene su blog que no tengan el resto?
-Es muy amplio. Me gusta cocinar, pero también comer; por eso no sólo doy recetas, sino que recomiendo restaurantes, libros de cocina... Cuando viajo, hago un recorrido gastronómico. El año pasado me fui a Vietnam y posteaba desde allí. Incluso creé un museo gastronómico on line, donde la gente apuntaba cuadros que tuviesen que ver con el tema. Contestó muchísima gente, con referencias que van desde Velázquez a Barceló. Hace año y medio sólo había cuatro o cinco blogs gastronómicos, pero ahora parece que están de moda. Además hay lectores muy fieles que te leen todos los días. Yo tengo una media de 400 personas al día que lo visitan, pero páginas vistas, muchas más....
-¿Qué ocurrió con los tomates?
-Se me ocurrió que saltándose a los intermediarios podrían ganar más dinero los agricultores. Ahí estaba Internet, para hacer pedidos directamente al productor. Pues un agricultor me había mandado unos tomates fantásticos, pero la segunda remesa fue nefasta. Así lo reflejé en el blog, y el agricultor terminó llamándome y asegurándome que retiraría esos tomates del mercado.
-¿Qué proyectos tiene para el futuro?
-Por un lado, una especie de memoria histórica gastronómica, en la que meto archivos de audio con testimonios como el de mi madre, contando lo que se comía en la posguerra. Además, voy a crear otro blog donde se hablará de restaurantes gallegos, y en el que contaré con distintas colaboraciones.