A Europa le sienta mal Internet. Todo se mueve demasiado rápido cuando hay que desplazar un peso muerto demasiado grande. Mientras Internet era el paraíso de Terras y Wanadoos, todo iba más o menos bien para todos (excepto para los internautas), pero de repente todo se vino abajo. Y además llegó Google y ya nada fue igual. Años después de que todo el planeta conjugue el verbo to google todos los días desde su navegador, Europa ve amenzada su identidad cultural y lingüística y pone en marcha a su industria “pesada” para crear el buscador definitivo. Además, Google decide digitalizar libros, y Europa se ve de nuevo amenazada y pone en movimiento a sus venerables bibliotecas nacionales (paradigma de la innovación y la capacidad adaptativa). De uno y otro proyectos europeos no hay por ahora más que humo, … y abundantes declaraciones de sus responsables. En esta saga de batallas con Google, recogemos hoy dos nuevas declaraciones:
José Antonio Millán comenta en Por la boca muere el pez la entrevista al director de la Biblioteca Nacional de Francia, Jean-Nöel Jeanneney, publicada en El Mercurio chileno el 2 de Mayo. Jeanneney es el principal ideólogo (probable testaferro de su presidente nacional) de la Biblioteca Digital Europea. Reproduzco los párrafos que J.A. Millán comenta y que no tienen desperdicio (preguntas en cursiva y comentarios de Millán entre corchetes []).
Lo que nos golpeó [cuando apareció el proyecto de Google] era que había un doble peligro: uno, que Google, fundada en una invención maravillosa, está enraizada en un universo principalmente norteamericano, y, por consecuencia, dicho universo marcaría forzosamente la selección de los libros. [¿Ah sí?: el proyecto inicial era escanear todos los libros de las bibliotecas seleccionadas, entre las cuales además hay una inglesa = europea]
Por otra parte, Google vive del principio del aprovechamiento comercial y, sobre todo, de la publicidad. [¿Y? Jeanneney no resultará ser partidario de las economías estatalizadas, ¿no?] No es el Diablo, para nada, pero en este campo como en otros la suma de los actores privados no llega a crear el mejor de los mundo posibles. [No: lo mejor es un buen proyecto burocrático con buena financiación].[...]
—Pero Europa está atrasada tecnológicamente en materia de buscadores de red. Y los proyectos creados hasta ahora, como el Proyecto Gutenberg, la Biblioteca Virtual Cervantes y muchos otros, carecen del dinamismo suficiente.
Tuvimos un atraso, pero estaremos a la par en dos años [o dos y medio...]. (Google tampoco ha ido tan rápido.) [no, claro][...]
Pero es probable que Google, cuando termine de indexar las cuatro bibliotecas universitarias de Estados Unidos y una británica, con las que comenzó, proceda a internacionalizar su digitalización y ofrezca este servicio a las bibliotecas de España, o a cualquier país del mundo y se convierta así en una biblioteca universal.
Puede ser, pero yo personalmente desconfío de una empresa que anuncie la organización de la información del mundo y a la vez busque ganar mucho dinero por ello, porque detrás hay un fin de lucro. [¿Lo ven? El fin de lucro es malo, no como nuestros gobernantes, que sólo quieren el bien común... ¡Jeanneney es un comunista!][...]
La web es apertura, diversidad, pero también debe ser la organización, porque si no es un océano de cosas y no vamos a lograr organizar la cultura. Si yo quiero saber en Google lo que, por ejemplo, dijo Vargas Llosa sobre Cervantes en 1978, lo voy a encontrar fácilmente, pero si quiero reflexionar como profesor, como ciudadano, sobre las relaciones entre capitalismo y democracia -tema que interesa a Chile como a nosotros los franceses-, entonces ahí me gustaría poder ser guiado a través de una diversidad de miradas. [¿Ser guiado por quién? ¡Por nuestros infatigables guías, los ministros de Cultura y directores de bibliotecas nacionales, (supongo)!]
No es tan sorprendente que un gestor público y guardián de la cultura oficial francesa desconfie del mercado y la libertad de los ciudadanos y quiera colocarnos un guía oficial para nuestras navegaciones desnortadas. Pero resulta más curioso que este mismo perfil psicopolítico aparezca en un gestor empresarial. Este es el caso de Thierry Klein que ha rebatido las diez razones por las que Loïc Lemeur propone que el buscador europeo Quaero va a fracasar (y de las que ya hablamos anteriormente). Las resume y traduce José A. del Moral, Prosigue el debate sobre Quaero:
- La marca 'Quaero' no es peor que 'Google'.
- Quaero no es un proyecto más centralizado que Apple o Microsoft.
- Quaero permite escapar de las lógicas exclusivamente financieras que permiten que proyectos europeos como Skype se hagan norteamericanos.
- Quaero no es menos misterioso que la propia Web 2.0.
- Proyectos franceses como el Concorde o la energía nuclear pueden triunfar en el resto del mundo.
- Google ha sido creado con tan solo 20 millones de euros, lo que demuestra que Quaero también puede ser realidad con un presupuesto bajo.
- El capital riesgo no ha llegado todavía a Europa, por lo que debe ser sustituido por las subvenciones del Gobierno, como ocurre en el caso de Quaero.
- Google ha fracasado en todo lo que ha hecho, salvo en el buscador.
Todas son posiciones defensivas de reacción a lo que Google a hecho o dejado de hacer previamente. Con este planteamiento puede que el mayor éxito esperable sea que Quaero llegue a funcionar en algún momento igual que Google. Pero, llegado ese momento posiblemente Google ya se haya copnvertido en otra cosa o haya desaparecido por la aparición de un nuevo sistema. ¿Dónde está la innovación?. Es curioso que sea malo que “los americanos” compren Skype dejando muchos millones de dólares en “manos europeas” que pueden ser utilizados para crear nuevos negocios innovadores (algo de lo que ya han dado sobradas muestras los fundadores de Skype, curiosamente desde Europa y sin subvenciones).