Recordando las ”consecuencias” del e-Findex me encuentro con que algunas afirmaciones sobre los gravísimos problemas que afectan a los blogs y a la blogosfera son, en mi subjetiva opición, un tanto exageradas: el anonimato, la endogamia o el exhibicionismo. Centremonos ahora en este último, y supuesto, vicio inconfensable.
Se acusa a los bloggers de una actitud exhibicionista; sólo así se puede entender que alguien exponga su vida o sus ideas al mundo sin el menor reparo. Esta crítica, que, no nos engañemos, se escucha mucho en reuniones de bloggers (y por supuesto de “no bloggers”) muestra otro vicio recurrente en que caen los críticos: generalizar y tomar el fenómeno de los blogs como algo homogéneo. Nada más lejos de la realidad, un blog no es nada en concreto y potencialmente puede ser cualquier cosa (como casi todo en la vida), de lo más sublime a lo más repulsivo. En muchos blogs la gente cuenta los detalles más íntimos de su vida, otros son herramientas de márketing, otros son medios de comunicación, y otros muchos son utilizados para discutir de tecnología, de ciencia o economía, y en muchos de ellos no aparece ningún rastro de vida personal.
A mi, en cualquier caso no me parece que el exhibicionismo sea algo malo en si mismo. Es una decisión libre del que escribe, que debe asumir sus consecuencias (sean positivas o negativas). Y en todo caso, el lector de blogs decide libremente acceder a esos contenidos. Los cerca de 50 millones de blogs existentes están en la red para que los disfrute o padezca quién desee. Pero que nadie se engañe, nadie tiene obligación de leer un blog exhibicionista si no lo desea. Y gracias al RSS y los agregadores estas decisiones se toman de un modo no intrusivo para blogger y lector.
En cualquier caso, coincido con la opinión general en que cualquier blogger (y no sólo los exhibicionistas en sentido estricto) tiene un cierto espíritu de exhibición pública de si mismo o de sus ideas o conocimiento. Pero lejos de entender esto como un vicio un poco malsano, lo entiendo en la inmensa mayoría de casos como una virtud.
Entendería como “vicio” el acto de “exhibición” del blogger cuando éste se presenta como un espejo, un cuerpo opaco que refleja la luz ante las miradas de otros impidiendo observar más allá de si mismo. Por contra, otra forma de exhibición, donde el blogger se presenta como un cristal, no puede ser más que una virtud. El blogger “de cristal” transparenta información e ideas y su exposición pública permite al observador explorar nuevos mundos. Pero ningún cristal es totalmente transparente; según la posición del observador, una parte de la luz se refleja permitiendo visualizar el propio matices del cristal. De este modo el blogger “de cristal”, gracias a su afán de exhibición, se convierte en una puerta de acceso al conocimiento propio o ajeno y, al mismo tiempo, el observador lo visualiza a él mismo de una forma personal e intransferible dependiente de las posiciones relativas de lector y blogger.
El espejo sólo permite obtener una imagen monolítica y vacía del blogger; el cristal permite, de algún modo, entrar en la mente del blogger y, a través de su mente, conocerlo a si mismo. Si eres blogger, práctica el exhibicionismo transparente. No te conviertas en un espejo de ti mismo.