A veces las mejores críticas se escriben antes de que el objeto criticado exista o, al menos, haya sido diseñado. Algo así puede suceder con la tan alabada sede coruñesa de la Fundación Caixa Galicia, un edificio del arquitecto Nicholas Grinshaw que se anunció como inteligente y se presenta como vanguardista, y que, finalmente, pretende comprimir en poco espacio demasiadas “presuntas innovaciones”. Pero al menos, una fundación periférica cuenta con un edificio central y un arquitecto estrella reutiliza ideas y diseños para proporcionar el icono que “tanto necesitaba” una ciudad para situarse al fin en los circuitos culturales.
Siguiendo con el post anterior, Rem Koolhaas ya “ensalzó” el edificio coruñes en 1994 cuando publicó The generic city (versión en inglés disponible aquí en pdf), cuya traducción ha publicado la editorial Gustavo Gili en la colección GGmínima (La ciudad genérica). Al hablar de la arquitectura de la ciudad genérica:
11.7. El ángulo de las fachadas es el único indicador fiable de la genialidad arquitectónica: 3 puntos por inclinarse hacia atrás, 12 puntos por inclinarse hacia delante, penalización de 2 puntos por los retranqueos (demasiado nostálgicos).
En resumen, contamos con un genuino ejemplo de genialidad. Y el ensayo sigue “ensalzando” los atrios …