Vision Vessel es un nuevo ejemplo de métodos para rescatar el conocimiento local y la opinión ciudadana en las ciudades (al estilo de las narraciones autobiográficas aunque con una visión más prospectiva que retrospectiva):
The Vision Vessel is a multi-media recording booth where you can voice your ideas about the City of Portland as it grows and changes in the 21st century. The Vessel creates a living archive of Portlander’s insights, while offering a fresh, practical and innovative approach to urban civic engagement.
En el Urban Journal de Metropoly Magazine han dedicado un artículo (Urban discourse) a este proyecto. Los “vessels” son manparas espirales de vinilo que se han colocado en algunos lugares de la ciudad de Portland, en Oregón, para que cualquiera pueda introducirse y empezar a grabar sus propuestas urbanísiticas. Estas grabaciones aparecen posteriormente publicadas como podcasts en el sitio del proyecto. Por supuesto, en paralelo se desarrollan mesas redondas, reuniones vecinales, encuestas, etc que pretenden obetner una visión amplia y diversa de la opinión ciudadana sobre su ciudad.
El proyecto ha sido apoyado desde la alcaldía y está siendo desarrollado por una organización no gubernamental, Public Media Works, y el estudio de arquitectura BOORA (que conviertieron la idea inicial, utilizar teléfonos móviles, en el diseño final de las manparas). La (primera) hora de la verdad llegó entre Mayo y Agosto cuando 18 manparas fueron “liberadas” en diferentes lugares de la ciudad (comercios, parques, campus) para recoger las opiniones de la gente. La segunda hora de la verdad llegará ahora cuando el alcalde utilice las ideas y conocimiento en sus futuros planes:
As the Vessel (code-named “Vern” by its team of creators) roams Portland art festivals, farmers’ markets, colleges, and street fairs through August, that mother lode of input piles up on the project’s website, visionvessel.org. At the project’s conclusion, the mayor’s office will fold the mountain of citizen wisdom into its larger effort to reimagine the city’s goals and inner workings.
And Vern’s future? According to Utz, groups in other cities have made tentative inquiries about cloning the effort. And the tower could always be loaded with new, entirely different interactive content—perhaps even something that has nothing to do with urban planning or civic involvement.
En el nuevo mundo de Internet (y la nueva era de la web 2.0 local), puede parecer un derroche desarrollar una infraestructura física para crear contenidos digitales. ¿Por qué alguien debería introducirse en la manpara si puede hacer lo mismo desde su casa utilizando un ordenador?. Estos “vehículos” permiten acercar el proyecto a mucha gente (la mayoría) que o no usan Internet o no se sienten cómodos (o más simplemente ignoran) las herramienats participativas. Además permite difundir el proyecto entre la ciudadanía, lo cual es bueno si se logra una mayor participación pero también puede ser malo si se hace por un puro interés propagandístico (como siempre la tecnología, y en este caso el márketing y el diseño, proporcionan oportunidades que pueden ser aprovechadas con objetivos muy distintos).