Hace unos meses trataba de provocar un debate anunciando Google ha muerto. ¿Viva Google?. Lo hacía un tanto frustrado por las limitaciones que Google, un buscador genial pero nacido en la era 1.0, tenía para adentrarse en la web 2.0:
Google trabaja en la economía de la atención, proporciona algoritmos de agregación y filtrado que permiten al usuario extraer la información relevante de un universo de información que nos sobrepasa. El problema es que estos algoritmos basados en máquinas presentan limitaciones en su capacidad de adaptarse a las necesidades específicas de cada usuario. Google es 1.0 (lo mejor del 1.0, pero 1.0 al fin y al cabo). Se basa en la escasez de atención.
Ahora hagamos un poco de etnografía amateur. Observémonos a nosotros mismos utilizando Internet (que escribimos, comentamos y, al menos y sobre todo, leemos blogs y muy posiblemente usamos de alguna manera los sistemas RSS). Pensemos, por tanto, en un usuario activo (un creador amateur o profesional de la web 2.0). Estas nuevas herramientas, y sobre todo los nuevos usos, se basan en lo que Juan Urrutia ha llamado, paradójicamente, economía de la abundancia y que constituye una realidad emergente. Las nuevas herramientas nos permiten construir nuestro propio universo de información, comunicación y relación social. De este modo, poco a poco, muchos usuarios dejan de usar continua (casi compulsivamente) Google por sus propias características:
- demasiado genérico, estandarizado y automatizado
- no incluye la búsqueda cornológica por lo que no es útil para descubrir información nueva
- no proporciona un mecanismo útil y estimulante para descubrir buevas ideas e información (nuevos sitios)
Pero, estos problemas lejos de ser el fin de Google podían ser el incentivo para continuarse reinventando:
¿Cuál es el futuro?. Que desaparezca por muerte natural el anciano buscador de Google no significa que Google desaparezca. Han dado sobradas muestras de innovación y creación de herramientas, pero parece que hasta el momento sólo su bucador genérico es realmente rentable. … Agradezcamos a Google los servicios prestados (y los que seguirá prestando en las próximas décadas a la inmensa mayoría de usuarios 1.0) y saludemos a las nuevas herramientas, sean de Google o de alguién aún desconocido.
Y lo han vuelto a hacer. Ayer, en el blog oficial de Google anunciaban: Eureka! Your own search engine has landed!. Han lanzado el Google Custom Search Engine. que utilizando su motor de búsqueda permite configurar por el propio usuario un buscador personalizado que incluye (o excluye) los sitios que cada uno desee. Permite crear buscadores colaborativos en que diferentes usuarios (de modo abierto o previa autorización) aporten nuevos sitios de búsqueda. La idea es sencilla y muchos pensarán por qué nadie la implementó antes (de hecho, y basándose en Google la podría crear cualquier desarrollador externo). Lo cierto es que ya ha llegado y de la mano del propio Google, aporta la flexibilidad que les falta a los buscadores tradicionales y puede llegar a convertirse en un sistema de agregación de contenidos. Esto puede parecer menos obvio, pero puede ser su principal fortaleza futura: a partir de ahora ya no será necesario agregar “físicamente” (en un mismo sitio) contenidos, un buscador personalizado los rescatará para nosotros de los sitios que le indiquemos cuando los necesitemos. Al igual que el concepto tradicional de biblioteca se ha quedado obsoleto con las Internet y las publicaciones y bases de datos digitales; el concepto de agregador de contenidos puede convertirse en innecesario con esta nueva generación de buscadores.
Empezarán a aparecer miles de buscadores personalizados (en el sitio oficial ya muestran algunos ejemplos muy interesantes). Yo por mi parte he preparado a modo de ensayo uno muy sencillo: el buscador Nómada, una suerte de egobuscador que incorpora sólo resultados de algunos de los sitios en que yo participo activamente: este blog, el de Atina Chile, y otro dedicado a docencia, mi sitio en Flickr, mis enlaces en del.icio.us, mi (casi olvidada) página en la universidad o la de mi grupo de investigación (que hace mucho tiempo que no actualizo).
Otro ejemplo que me parece sumamente relevante por que ejemplifica el poder de este modelo de agregación es el buscador Contextos dedicado a buscar en contextopedias como la de Pere Quintana o David de Ugarte. Cuando surgió el debate alrededor de la Wikipedia española y las alternativas individuales, como usuario, y a pesar de ver el potencial de los proyectos individuales, me preocupaba el problema de como agregar la información que me pueda intersar de las contextopedias que a mi me interesen. Este buscador viene a solucionar el problema. Incluso, podríamos pensar que zanja el deabte, queda en manos del usuario construir su propio buscador que incluya, o excluya, cada una de las contextopedias y la propia Wikipedia en cada uno de sus idiomas.
Por supuesto, el Google CSE acaba de nacer y puede ser mejorado considerablemente en el futuro; por ejemplo incorporando opciones de presentación de resultados (por relevancia, cronológico, etc), búsquedas por tipos de sitios (blogs, wikis, …) pero sin concretar los sitios específicos, herramientas para la creación de comunidades alrededor de los buscadores, etc.