La National Oceanic and Atmospheric Administration (NOAA), la agencia nortamericana dedicada a la investigación ocanográfica y climatológica, lleva un tiempo montando su “oficina” en Second Life. Se trata de un recurso educativo, y una forma muy eficaz de comunicación y márketing, donde mostrar su trabajo y los resultados que obtienen. Ahora, en Second Life Insider, anuncian que la NOAA muestra datos climatológicos en tiempo real con visualizaciones en 3D en su sitio en SL (3D Weather Data Visualization in Second Life):
The system works by way of dozens of scripted reporting stations dotted all over a map of the United States. These stations retrieve METAR data from NOAA every eight minutes which they then decode and render into models of the appropriate weather phenomenon for the area. All sorts of cloud cover and precipitation models are available as well as special weather conditions such as thunderstorms and tornadoes. Temperature is represented by warmer and cooler shades of color. This 3D composite is great for giving visitors a visceral feel for the weather around them.
Anecdotally, while I was working on the partially completed map, I watched a storm system slowly crawl up the east coast over the course of a day. At one point in the evening it began to rain on the map in the New York City area (that's where I live). Just as I was about to take a closer look, rain started pelting my window!
Por ahora, la visualización es un tanto tosca, pero es una estupenda demostración de la potencialidad de este tipo de herramuientas y una clara señal de por donde va el futuro. Paradójicamente, mientras la NOAA “se pasa” a SL, muchas instituciones públicas europeas, y especialmente españolas, empiezan a tratar de contar con una mínima presencia en Internet y, en algunos casos, a utilizar la red para proporcionar información (en muchos casos, aún, previo pago por parte de los ciudadanos interesados). NOAA trata de demostrar la utilidad de su trabajo a los ciudadanos, mientras que en Europa las instituciones públicas parecen estar dotadas de un carácter cuasi-divino que hace innecesaria la justificación de su utilidad o su buena gestión. De nuevo EEUU nos demuestra por la vía de los hechos nuestro retraso endémico en los usos de la tecnología por nuestras instituciones.