Los procesos de regeneración urbana se diseñan con un objetivo final, bien de mejora de la calidad de vida de los barrios residenciales (aunque suelen acabar convertidos en procesos de gentrificación) o de mejora de la actividad económica y empresarial en distritos comerciales y/o (post)industriales. Estos procesos, cuando son planificados, suelen prestar escasa atención a las fases de transición, que son en las que se produce el cambio y en las que, como consecuencia, se genera la máxima innovación y creatividad por parte de los actores de los procesos. Si el interés se trasladase desde los barrios regenerados a aquellos en regeneración, el objetivo debería ser lograr una ciudad en cambio constante y, por tanto, intrínsecamente inestable como única vía para maximizar la innovación. Este cambio de enfoque es difícilmente asumible por los gestores urbanos al introducir la incertidumbre como un objetivo, y no como un problema, y al obligar al abandono de la planificación en favor de la creación de contextos de conecuencias, en parte, impredecibles.
En el caso de las áreas residenciales de las ciudades, tanto los barrios degradados como su versión gentrificada se podrían definir como fases en equilibrio que permanecen estables a no ser que se produzca una perturbación importante (como una intervención planificada o una crisis). Es en la transición cuando aparecen colectivos creativos (y más o menos marginales con respecto al sistema) o cuando los propios vecinos pasan a involucrarse en el proceso de cambio, de modo que se generan innovaciones que acaban modificando radicalmente el barrio.
Estos procesos de regenaración pueden considerarse como una forma de destrucción creativa dado que se sustentan en buena medida en el ensayo y error de nuevos modelos que fracasarán en la mayor parte de los casos, pero que en unos pocos acaban siendo exitosos (y, paradójicamente, provocando la desaparición de los colectivos creativos responsables del cambio, “víctimas” de la gentrificación). En las fases transitorias la actividad es máxima y se generan oportunidades para la aparición de nuevas ideas y proyectos ya sean culturales, sociales o empresariales. Este dinamismo es positivo en si mismo aunque el proceso de cambio acabe fracasando. Podríamos decir que es necesaria una alta mortalidad para que exista una diversidad suficiente de proyectos y algunos puedan sobrevivir (siguiendo la idea de destrucción creativa en los sistemas económicos y la innovación empresarial).Una vez alcanzado el estado de gentrificación, los costes de entrada y de mantenimiento son demasiado elevados de forma que se explusan a los colectivos tradicionales y a los creativos llegados más recientemente. El problema está en que una aceleración del proceso de gentrificación reduciría la duración de los periodos de transición y, de este modo, se acortarían las ventanas temporales de máxima creatividad. En Brand Avenue, All Grown Up, presentan un claro ejemplo de como la hipótesis de la aceleración de la dinámica de gentrificación se está haciendo realidad en diversas ciudades (la fotografía muestra una escena típica de Lower East Side Street alrededor de 1900, uno de los escenarios de recientes cambios urbanos rápidos):
A fascinating recent Washington Post article chronicles the well-known, rapid shift of the Williamsburg section of Brooklyn, from vibrant ethnic, blue-collar enclave to ground zero for the young, rich, corporate, and white. While the evolution itself is unsurprising, the speed with which it is occurring suggests a dramatic and spreading domino effect
El artículo de Washington Post, A Condo Tower Grows in Brooklyn, comenta el trabajo del antropólogo Neil Smith, del Center for Place, Culture and Politics, que ha monitorizado detalladamente el proceso de gentrificación en diferentes ciudades:
He's charted the transformation of blue-collar neighborhoods, from Shaw in the District and San Francisco's Mission to the wharfs of London and the canal-lined streets of Amsterdam. This isn't the old block-by-block stuff, the grinding rehab of old rowhouses by scruffy young gentry. He's convinced he's found a new beast.
"We are witnessing the corporate and geographical restructuring of cities -- the wealthy are suburbanizing the center and pushing the poor to the fringes, and it's turbocharged," Smith says. "Artists are disposable -- developers just toss them out in hopes they'll colonize the next 'hot' neighborhood.
Brand Avenue, identifica el principal problema de este cambio, que no es la gentrificación en si misma (que sería una consecuencia inevitable) si no la reducción de los periodos de transición:
It's worth noting that the entire process of gentrification seems to be underpinned by the implicit transience of all players--from artists, recent college graduates, street vendors and bus drivers up the economic scale to young investment bankers and aging baby boomers.
En el caso de las áreas empresariales se genera una dinámica similar a la de los barrios residenciales. Muchos parques tecnológicos que proliferan por toda la geografía española sufren de un “problema de exceso de diseño”. Son proyectos perfectamente cuidados en todos sus aspectos por sus promotores, con importantes inversiones en infraestructuras. En ocasiones, su origen está asociado en realidad a unas pocas grandes empresas ya establecidas que necesitan suelo industrial, y su diseño se hace pensando en este modelo empresarial y no en el de las pequeñas start-ups. Como resultado la entrada y permanencia en estos espacios de los emprendedores, siempre escasos de recursos, representa unos costes demasiado elevados. Además, las empresas que empiezan no precisan del tipo ni la cantidad de servicios que se les ofertan en estos parques, por lo que la major inversión es buscar una ubicación más barata y dedicar lo ahorrado a mejores fines.
Un ejemplo podría ser el distrito @22 Barcelona, que se suele utilizar como caso de éxito. La realidad es más compleja, existiendo un proceso de “gentrificación empresarial” que hace que este distrito esté siendo colonizado casi en exclusiva por empresas ya establecidas y de cierto tamaño, mientras que las start-ups se ubican en otras zonas, más baratas y menos cool, de Barcelona. Como resultado, estos distritos tecnológicos pueden acabar dominados por una cultura corporativa poco creativa, mientras que algunos barrios aparentemente degradados acogen, al menos por un tiempo, a lo más innovador y activo de la sociedad.
Este video, publicado en Wooster Collective como Missing Barcelona (y como Más Amor en YouTube; gracias Javi por el enlace), muestra como funciona la creatividad marginal, que normalmente no se aprecia ni se busca por los gestores urbanos, pero que representa un motor de cambio social que puede ser mucho más radical y positivo que el que podemos encontrar en los experimentos planificados de gentrificación residencial o empresarial que comentábamos antes.