Esta semana reconozco que mi artículo en Generación Red, ¿Instituciones pre-modernas para gobiernos locales posmodernos?. Las diputaciones como problema o como solución, incluye una dosis muy elevada, puede que excesiva, de provocación. Como me dijo David Ballota, cuando le envié el artículo: “nosotros tan modernos, defendiendo ahora las diputaciones”. Pero, ¿acaso no son modernas las diputaciones?, seguro que no, pero quien dijo que para llegar a la posmodernidad es necesario pasar primero por la modernidad. Al contrario, el siglo XIX puede ser la mejor plataforma para alcanzar directamente el siglo XXI, saltándonos la anomalía del siglo XX.
El “nuevo mundo” global y abierto no cuenta con instituciones, nacionales o internacionales, efectivas en esta nueva realidad. En este escenario, las grandes ciudades se están convirtiendo en los principales actores políticos gracias a su manejo del poder blando y a su incipiente capacidad de coordinación bajo fórmulas de federalismo global. Por otra parte, y ya en España, la escala política local no suele coincidir con la escala social y económica en que funcionan las vidas de los ciudadanos. Pero, casi olvidadas o simplemente denostadas por la modernidad, siguen existiendo las diputaciones provinciales que operan en escalas más próximas a la realidad metropolitana. Estas instituciones son un paraíso del poder clientelar y la la ausencia de rendición de cuentas. Pero, son precisamente sus vicios los que les pueden abrir nuevas oportunidades de adaptación a la nueva realidad. Por supuesto, este cambio debería ser radical y traumático, extremadamente difícil. Pero, por desgracia, aún es más difícil que las diputaciones desaparezcan y surjan instituciones metropolitanas alternativas. Por eso, yo apuesto por “[e]n lugar de destruir algo malo para crear algo excelente, muy buenas intenciones que siempre fracasan, podríamos adaptar algo malo para convertirlo en algo bueno o, al menos, menos malo y más útil.”
Mis argumentos aquí. En esta ocasión, os animamos, a los que se atrevan, a aportar argumentos a favor de las diputaciones. Dar argumentos en contra sería demasiado fácil ...