Como comentaba en el post anterior, participaré en el MediaLab-Prado de Madrid en el evento wikiST. Producción ciudadana de eSTándares, organizado por Antonio Lafuente y Adolfo Estalella. A continuación planteo un borrador de algunas ideas para el debate sobre ¿Nuevos espacios para la diversidad?:
La Wikipedia se ha convertido en la enseña de una nueva forma de producción ciudadana de conocimiento. Por otra parte, la Wikipedia está experimentando un profundo proceso de cuestionamiento y transformación, ¿puede hablarse de nuevos estándares de producción de conocimiento ciudadano? Más aún, ¿permite la tecnología wiki la participación ciudadana en la creación de espacios de convivencia mejor ordenados y más justos? ¿Cabe una relación entre tecnología y equidad?
1. Las preguntas
De este planteamiento genérico de los organizadores surgen para mi otras preguntas a las que trataremos de contestar (o al menos plantear) en la mesa:
- ¿Proporciona la tecnología nuevos modelos de producción de conocimiento? y,especialmente, de producción ciudadana
- ¿Cómo transforma la tecnología las relaciones de poder dentro de las redes de producción?
- ¿Cuál es el papel de los estándares en estos cambios?, ¿permiten fortalecer los sistemas de producción ciudadana? o, al contrario, ¿establecen nuevos modelos de control en manos, en muchas ocasiones, de los “viejos actores”?
- ¿Necesitamos “espacios de convivencia mejor ordenados”? o ¿pueden prescindir las redes digitales del “viejo orden”? (¿nos libera de la tecnología de, al menos, una parte de los estándares?)
En una sociedad red, cada vez más densamente conectada y que desarrolla actividades más complejas de un modo colectivo, que no siempre ni deliberadamente colaborativo, los estándares son un elemento clave. Siempre ha sido así, de una u otra forma. El debate no lo deberíamos centrar tanto en la necesidad genérica de estándares como en el quién, el cómo, el por qué y el para qué específicos.
2. Wikis y estándades en la sociedad red
En este contexto, podemos entender los wikis de dos modos complementarios. Primero, como herramientas para la producción social de conocimiento y, por tanto, tecnologías que necesitan estándares y que generan estándares. Pero, además, los wikis pueden ser una metáfora de las formas de establecer estándares en la sociedad red. Los wikis hacen visible, y por tanto conflictivo (un conflicto necesario), el proceso de generación de estándares. Como lo plantea Antonio Lafuente, los nuevos movimientos ciudadanos generan procesos similares: La tradicional invisibilidad de los estándares podría tener sus días contados si se confirmara la tendencia a ingresar de lleno en la agenda política de los movimientos ciudadanos. ¿Son los wikis parte de estos movimientos ciudadanos?
3. Estándares y poder
Como indica Adolfo Estalella el conocimiento es poder y como propone Julen Iturbe los estándares son poder. Por tanto, podríamos decir que aquel que sea capaz de definir los estándares del conocimiento detentará el poder. Dado que los estándares son el resultado de una decisión arbitraria, aunque en ocasiones sumamente útil, podemos entenderlos como una forma de establecer límites o normas donde, de forma natural, no existirían. No existe una “regla natural”, externa al sistema tecnosocial, que determine estas reglas. De este modo existen múltiples rutas y oportunidades para “hacerse con el poder”, o sea para definir e “imponer” (ya sea en sentido estricto o por la vía de la convicción) estándares.
Julen Iturbe analiza el caso de las lenguas y la “necesaria” creación de estándares para permitir la comunicación dentro de un grupo social. Pero, la cuestión es como surgen estos estándares y cual es el criterio de autoridad por el que se rige su aceptación ciudadana. Y en este sentido el ejemplo de las lenguas puede ser muy útil. Mientras que en ciertas culturas se establece una autoridad externa que impone unos estándares (y que han acabado por ser apoyados, promovidos o incluso instrumentalizados por el poder político), en otras compiten, ya sea en mercados económicos o intelectuales, diferentes agentes estandarizadores de modo que es un proceso complejo y no planificado el que determina el “ganador”.
Al igual que las lenguas, el conocimiento que se construye en los wikis se desarrolla al tiempo que sus propios estándares. Los sistemas de gobierno de estos wikis son a su vez definidores de estándares. El proceso de cuestionamiento y transformación de la Wikipedia es la consecuencia del conflicto por la definición de estándares. Pero este conflicto recuerda poderosamente a lo que sucede en el “mundo analógico”, en el que, en la mayor parte de ocasiones, sólo es posible una realidad o es necesario tomar una única decisión, por lo que acabamos aceptando un único estándar.
En el mundo digital son viables múltiples “realidades” dado que en general nos movemos en la abundancia y no en la escasez, por lo que el valor de los estándares siempre será relativo. Por eso es sorprendente no tanto el debate alrededor de la Wikipedia, por más que a unos u otros les gusten más o menos los estándares que crean, si no la trascedencia aparente de este debate como si esta decisión limitase ya no a la propia Wikipedia si no a todo un modo de producción de conocimiento. Pero la realidad nos demuestra como surgen múltiples wikis que desarrollan objetivos (por ejemplo abarcando puntos de vista no neutrales o conocimiento que no tiene “interés particular”) complementarios (u opuestos) al de la Wikipedia. Incluso, wikis con objetivos análogos pero modos de gobernanza, o sea estándares, opuestos.
4. Estándares y redes colaborativas
La evolución de los wikis como tecnología y como modos de producción nos muestran la importancia de “otros estándares”, aquellos que no se asocian con el control. La transparencia en las reglas de juego y los estándares abiertos en la arquitectura de la información (los metadatos) y en la propiedad intelectual son esenciales para permitir el uso y remezcla de conocimiento y por tanto para la producción social en un contexto de abundancia y de flujos. Por eso, posiblemente, los estándares de control son solo una herencia de un contexto de escasez y stocks de conocimiento.
Antonio Lafuente, wikiST: los estándares y la fábrica de lo social, cuando se refiere a la necesidad de consensos resalta precisamente este tipo de estándares:
Nuestra sociedad necesita infinitos consensos que hagan factible la vida en común, desde qué lengua usar en el puesto de trabajo hasta qué formato emplear para el archivo de los documentos digitales, pasando por los protocolos con los que calificar la actividad de los profesores, identificar sustancias tóxicas o representar ciudades en un mapa. Son necesarios, pero sabemos poco sobre cómo se implementan, acuerdan e imponen.
Los estándares son necesarios, ¿un mal menor?, para la comprensión mútua entre objetos, entre humanos y entre objetos y humanos. En mi opinión una de las mayores debilidades ciudadanas en la sociedad red es la ausencia de debate acerca de estos “estándares ocultos”, sobre los que la reflexión y la acción política suelen quedar restringidas a círculos especializados, propios de “expertos”, sin salir casi nunca al exterior. Amparados por esta debilidad, los tomadores de decisiones obvian casi siempre estos debates por ignorancia sincera o fingida.
Estos estándares suelen ser enormemente dependientes de la tecnología, por lo que el debate tecnológico se convierte en discusión política. Señala Antonio Lafuente, en Objetividad, tecnología y diversidad, como la comprensión del mundo mediante su observación objetiva supone una enorme ventaja para aquellos que son capaces de realizarla, pero esta actividad requiere de tecnologías cada vez más complejas:
Parametrizar el mundo otorga entonces muchas ventajas a quienes controlan estas tecnologías de inscripción y movilización. Contar con el mapa adecuado de un territorio, nos enseña John Law, permite actuar a distancia, una capacidad que se multiplica si se unifican los sistemas de pesos y medidas. Y una vez que disponemos de estas cartografías podremos escalarlas y configurarlas en los varios lenguajes posibles, desde el astronómico al digital, pasando por el geométrico y el gráfico. Cada una de estas transformaciones (con la imprenta, la cámara o, digamos, un blog) posibilita nuevas movilizaciones que desplazan el objeto por las biblioteca, las filmotecas o la web. Pero con ser todo ello muy importante, de poco serviría si cada cosa no fuera expresada y sostenida, lo explicaron Geoffrey C Bowker y Susan L. Star, mediante estándares, el último paso necesario para que todo cuanto fue fabricado como objetivo (según protocolos y tecnologías consensuadas) acabe siendo globalizado. Y así lo mediatizado (con tecnologías de inscripción) se medializa (con tecnologías de comunicación) en un proceso que transforma los objetos científicos en objetos globales, haciendo sinónimos objetividad y universalismo.
Hablar de universalismo equivale a preguntarse quién y cómo se produce, pues está claro que las cosas no nacen, sino que se hacen universales. En otros términos, debe haber algún lugar en donde se sabe cómo transformar las cosas en entes preternaturales de forma que puedan estar simultáneamente en muchos lugares. Así que los objetos universales más que estables son ubicuos, están construidos para moverse mucho y rápido.
Así, la posibilidad de que la tecnología apoye un proceso de fortalecimiento de la producción ciudadana de conocimiento requiere de estándares de transparencia, de arquitectura abierta de la información y de flexibilidad de la propiedad intelectual. Pero este es un objetivo político que requiere a su vez, en una especie de círculo imposible, de ciudadanos responsables y cultos tecnológicamente. Ciudadanos que sean capaces de leer y escribir los medios de producción, como nos recuerda Adam Greenfield:
In their highly recommended Processing: A Programming Handbook for Visual Designers and Artists, the artist/technologists Casey Reas and Ben Fry quote legendary developer Alan Kay’s definition of full literacy: “The ability to ‘read’ a medium means you can access materials and tools created by others. The ability to ‘write’ in a medium means you can generate materials and tools for others. You must have both to be literate.”
We understand Kay to be speaking about something other than storage media; in context, his clear implication is that one can only be a fully-empowered citizen of a digital age if one understands just how the tools which shape our environments and experiences were made. Kay’s central metaphor for agency here is the dual act of inscription and decipherment, and as it happens...