Burning Man es un festival de arte que todos los años, a finales de Agosto, se organiza en el desierto de Nevada. Es un evento fascinante que demuestra la fuerza de la creatividad de redes sociales auto-organizadas y desafía cada año, al menos durante una semana, muchas de las teorías habituales sobre el funcionamiento de las comunidades humanas y de las agregaciones urbanas. Ya he escrito sobre su arquitectura efímera, y son especialmente recomendables para entender el fenómeno estos artículos de Brian Doherty en Reason, así como su libro This is Burning Man. Si se prefiere una aproximación visual, este libro publicado recientemente es otra buena opción: Burning Book: A Visual History of Burning Man. En 2008, Burning Man tiene como tema el nacionalismo (2008 Art Theme: "American Dream").
Pero, como decía antes, lo más fascinante de Burning Man no es la espectacularidad y fuerza del arte que allí se desarrolla ni su capacidad de convocatoria ni que todas las obras se quemen el último día. Resulta aún más interesante la capacidad de desarrollar una ciudad desde cero en pocos días, con escasas reglas y autoridades. Esta es una de las ideas que desarrolla Kevin Kelly en International Burning Man, 2008, donde proporciona varias razones por las que nadie debería perderse la experiencia de participar en un Burning Man al menos alguna vez en su vida. Una de las razones para conocer este evento, según Kelly, es asistir a “uno de los mejores cursos en planificación urbana y diseño de comunidades”, en el que se puede observar el espectacular nacimiento y desarrollo de una ciudad efímera “siguiendo unas pocas reglas fundamentales y permitiendo que el desorden auto-ensamble el resto”. Todo un ejemplo para el diseño y planificación urbana en otras ciudades más convencionales. En todo caso, la arquitectura si marca aquí la diferencia, de un modo paradójico, por su propia destrucción: “Burning Man has a delete button” que se oprime una vez al año.
Burning Man offers one of the best courses in urban planning and community design anywhere. It's a libertarian community. There are rules, but a minimum. I've watch the number of rules grow over the years, as the number of participants grow. When there was only 2,000 people there, it was possible for everyone to help erect the Man with ropes, and few needs for streets. WIth 40,000 people, just coordinating the toilets takes a department of people, and a budget and bureaucracy. The rules to prohibit cars from the main city and transform it into a bicycle and pedestrian town has worked. Sleeping at night is safer because now there are streets and some isn't going drive over your sleeping bag. Keeping guns out was a good idea; there is still plenty of other things to explode.
Every new rule is resisted fiercely, and chaos has been embraced. Burning Man is what happens if you have only a few fundamental rules and allow disorder to self-assemble the rest. So far it has worked brilliantly. In part this is because Burning Man has a delete button. Every year the entire city is deleted and undone. Erased. Gone. And a new city is rebuilt from zero. This gives this particular city -- alone among all the cities of the world -- a fantastic learning rate. It can implement what it learned last version and make changes in the next updated version. Black Rock is the eternal beta city, an urban center (Nevada's third largest city) run according to software logic.
Hace ya tiempo en O’Reilly Radar se comentaba un video “time lapse” que nos muestra como a lo largo de la semana del evento en 2007 “la ciudad” crece hasta, al final, quemarse (además, este mapa muestra una imagen aérea del evento). La descripción en YouTube proporciona los detalles técnicos del video.
La segunda parte de este video, Coming Home, narra en imágenes el desmantelamiento por los participantes de la instalación una vez acabado el festival y quemadas las obras. Una vez desaparece la multitud, el desierto regresa a su apariencia inalterada y a su soledad. Ttodo un ejemplo, para fiestas, manifestaciones y eventos de todo tipo que se organizan en España y se planifican estrictamente por las autoridades para dejar un escenario más propio de campo de batalla: