Las ciudades están llenas de experimentos alternativos de planificación urbana, pero en su mayor parte suceden fuera de la atención de los medios, en los espacios anónimos habitados por la mayor parte de la población. En estos territorios, al lado de barrios cuidadosamente planificados nos encontramos otros que han crecido sin la atención del poder público dejados a la iniciativa económica privada y/o de las comunidades locales. A veces los resultados son paradójicos: es el territorio “abandonado” el que logra desarrollar mayor vitalidad mientras que el “cuidadosamente planificado” acaba siendo víctima de la falta de acuerdo entre la visión que los diseñadores y gestores definen para los usos de los espacios urbanos y la práctica de los propios vecinos.
En Historia de dos barrios: contra la planificación urbana, narraba dos historias paralelas en la ciudad de A Coruña, iniciadas en los años de la masiva emigración del campo a la ciudad en las décadas den 1960 y 70. Por una parte el Barrio de las Flores (imagen superior) fue cuidadosamente diseñado para promover la calidad de vida (pero sin participación vecinal). Su éxito inicial fue incluso reconocido con premios, pero con el tiempo ha acabado convirtiéndose en un problema (ausencia de actividad comercial, seguridad, accesibilidad, degradación de los edificios …). En pocas palabras, la utopía urbana de sus diseñadores no encajó con las necesidades y usos de los ciudadanos ni con el contexto económico y social, por lo que que ahora necesita acciones de revitalización. Por el contrario el Agra del Orzán (imagen inferior) es el prototipo de crecimiento “desordenado” y explosivo que ha acabado por crear un barrio con serios problemas de tráfico o de ausencia de espacios públicos “oficiales” (como plazas o zonas verdes) pero vital y pujante económicamente.
Pero existen otros ejemplos similares que han ocurrido en contextos geográficos y culturales totalmente opuestos. Uno de ellos puede ser el Pedregulho, un suburbio de Janeiro que en la década de 1950 vivió un “renacimiento modernista” que ha acabado por convertirse en otro experimento fallido de hiperplanificación. Estas historia aparece en el artículo Plástica arquitectónica de Javier Montes que ha aparecido en ABCD de 9 de Febrero, dedicado en gran parte a Brasil como país invitado de la Fería ARCO ‘08:
En 1951 se montó la primera Bienal de Sâo Paulo, y uno de sus platos fuertes fue la paralela Exposición Internacional de Arquitectura: era una señal del interés de artistas y arquitectos en Brasil por trabajar juntos. Ese año el primer premio de Arquitectura se lo llevó un edificio emblemático de la época: Affonso Reidy había construido en un suburbio de Río un gran bloque-ciudad para albergar centenares de familias de clase baja. Pedregulho era un conjunto brillante en las formas y paternalista en su fondo que ofrecía no sólo un techo, sino servicios y elementos para «reeducar» hábitos y costumbres.
El proyecto encarnaba muy bien las buenas intenciones y el wishful thinking característico del Movimiento Moderno en su momento de mayor arrebato utópico… Y fue también un gran fracaso: el deseo de «civilizar» a los pobres a través de sofisticados espacios residenciales tropezó con la terca realidad independiente de sus habitantes. El caso de la lavandería fue ejemplar: para dar más horas de tiempo libre a las amas de casa (y para evitar las coladas tendidas afeando las fachadas) se obligó al uso de la lavandería automática comunal. Pero lavar no era para aquellas amas de casa sólo una tarea pesada: era el momento ritual de charla y encuentro. Al cabo de un tiempo, todas lavaban codo con codo en las orillas de la piscina olímpica.
… el sueño de la modernidad: artistas plásticos y arquitectos convencidos de la posibilidad de aliarse con el poder político para contribuir a un progreso social que acercase a la tierra el reino de las utopías.
The Modern City of Brazil es un sitio sobre la arquitectura modernista brasileña obra de Richard J. Williams de la Universidad de Edinburgo, e incluye una sección dedicada a Pedregulho de donde he tomado esta serie de fotografías de la obra de Affonso Reidy:
Para conocer, aunque sea mínimamente, el escenario previo debemos acudir a las fotografías históricas del Instituto Geográfico e Cartográfico de Brasil. Las dos imágenes superiores fueron tomadas en 1943. La inferior procede de The tramways of Aparecida and Guaratinguetá Sao Paulo State Brazil, en el sitio Electric Transport in Latin America de Allen Morrison, y nos muestra “Praça Conselheiro Rodrigues Alves in Guaratinguetá. Note the open-sided bus, which is possibly arriving from Pedregulho“.