En Ciudades enredadas | ADN.es comento dos proyectos que pretenden definir y catalogar Los mejores (y los peores) espacios urbanos:
¿Cómo diseñar y crear un buen espacio público? Parece que no existe una receta basada en la planificación ni el laissez-faire conduce, necesariamente, a buenos resultados. Pero si la teoría tiene una utilidad limitada, ¿por qué no acudir al método inductivo? En lugar de construir una gran teoría de los espacios públicos, identifiquemos los casos positivos y negativos y las causas de su éxito o su fracaso. Hasta ahora este método de “ingeniería inversa” estaría reservado a los expertos (los mismos que no han logrado establecer “la gran teoría”). Pero ahora, la web 2.0 pone en mano de los ciudadanos interesados herramientas para contribuir a esta tarea. De este modo, no es descabellado que los ciudadanos identifiquen espacios públicos que valoran positiva o negativamente, los cataloguen y discutan y construyan un catálogo de principios y factores que determinan el éxito o fracaso. Este tipo de herramientas pueden ser de enorme utilidad para los políticos, gestores y diseñadores, muchos de los que defienden la “participación ciudadana”, aunque por el momento permanecen solo en el plano de las posibilidades no realizadas.
A partir de este planteamiento, han surgido dos proyectos que siguen un modelo crowdsourced y utilizan grupos de Flickr y blogs con la idea final de editar un libro. Andrew Hudson-Smith ha lanzado el proyecto World's Worst Urban Places and Spaces. (grupo Flickr, blog). Complementariamente Dan Hill, de Cityofsound, y Russell Davis crearon el grupo en Flickr World's Best Urban Spaces & Places (más información en Best Urban Places and Spaces: Update).
Como ejemplo de los peores espacios, la ventilación de un tunel en el norte de Liverpool:
Entre los mejores espacios, el barrio de Boca en Buenos Aires:
Más detalles e imágenes en los sitios de los proyectos y en Ciudades enredadas. Más allá del interés de los contenidos, es interesante la aproximación que se sigue para la definición y clasificación de los espacios públicos:
Estos dos proyectos son interesantes por si mismos pero sobre todo como modelo alternativo de debate y construcción de conocimiento alrededor de los espacios públicos en los que los usuarios pueden participar activamente. La calidad de las propuestas dependerá en gran medida de la capacidad de convicción de los “promotores” que, a su vez, se convierten en comisarios encargados de filtrar y organizar los contenidos y el conocimiento generado. Por supuesto este proceso curatorial no estará libre de polémicas, pero el modelo permite una gran flexibilidad en la definición de los papeles de los expertos y los usuarios. Todo lo contrario a lo que sucede habitualmente cuando se debate sobre espacios públicos o se planifica una ciudad.