En Soitu.es | Piel digital propongo que una de las principales razones del éxito histórico (y que aún se mantiene en ciertos mercados como el de las administraciones públicas) de Microsoft es la misma que puede amenzar seriamente su futuro. Por eso titulo el post Microsoft, empresa analógica. Es una organización necesariamente digital en sus productos y servicios pero analógica conceptual y estratégicamente, como lo demuestran sus recientes decisiones de eliminar la “larga cola” de sus productos. Pero al tiempo su propio tamaño (heredero de sus éxitos) le proporciona capacidad de adaptación en base a sucesivos errores o incluso, aunque sea mucho más improbable, la posibilidad de modificar la realidad para adaptarla a sus estrategias. Estos son mis argumentos:
Microsoft no deja indiferente a casi nadie, ni como empresa ni por sus productos y su defensa de los estándares propietarios. La corta pero intensa historia de la era digital nos explica que la irrupción de Internet significó un drama para los responsables de Windows. Su error de cálculo los colocó en desventaja en la carrera por ofrecer productos y servicios en la web, a pesar de su posición inicial provilegiada. Pero quizás lo más importante no sea este retraso en la llegada al mercado, algo que con su tamaño y capacidad podría acabar por resolver. Puede que sea más crítico para el futuro de Microsoft su incapacidad para generarar en su organización el cambio cultural que significa la transformación desde la era industrial, donde nació y se desarrolló, a la digital. En realidad Microsoft sigue siendo una empresa analógica y sigue actuando como tal en mercados que, para su desgracia, hace tiempo que ya se han digitalizado.
Dos recientes decisiones del gigante del software muestran como decarta las oportunidades que le ofrece la economía de la larga cola propia de un entorno digital basado en la abundancia y la reducción, hasta su desaparición, de los costes marginales. Tanto en el mercado de los videojuegos como en el de los libros digitales ha decidido abandonar estos días los nichos de mercado de la larga cola al tiempo que, de este modo, descarta la posibilidad de trabajar con comunidades de usuarios minoritarios pero apasionados y que pueden ser enormemente influeyentes.
Por una parte, tal como se comenta en el blog Game | Life de Wired, Microsoft abandona la larga cola de los videojuegos (Microsoft: Don't Cut Off the Long Tail). Según ha declarado el director general de Xbox Live, empezará en breve a eliminar una parte de los 130 juegos de la Xbox Live Arcade (XBLA; listado de juegos en la Wikipedia) de su repositorio digital. La razón es muy simple: “focalizarse en la calidad sobre la cantidad” y “hacer más fácil la búsqueda de juegos”. Como señala el post, “a menos, por supuesto, que el juego que estas buscando sea uno de los eliminados”.
Por su puesto, el diseño del XBLA no hace especialmente sencilla la navegación y búsqueda, pero, en lugar de mejorar su usabilidad Microsoft ha decidido eliminar complejidad por la parte más fácil, borrando juegos. Para alguien que conozca Internet y esté acostumbrado a utilizar, por ejemplo, la Wikipedia o feeds RSS, el razonamiento puede sonar ridículo, pero refleja perfectamente el divorcio entre Microsoft e Internet.
Gamasutra proporcionaba una explicación e hipótesis alternativas para el comportamiento de Microsoft (Why Artificial Scarcity Could Boost Digital Game Downloads). Se trataría de generar escasez artificial siguiendo la estrategia de distribución que siguió con éxito Disney en su momento con la distribución de sus películas en DVD. Las películas clásicas se ponían a la venta por periodos de tiempo cortos y posteriormente se retiraban del mercado. De este modo, se generaba un incentivo adicional para que el consumidor comprase rápidamente y a alato precio los títulos disponibles. Es discutible si esta estretagia sigue siendo igualmente rentable en estos momentos, dominados ya por los canales digitales de distribución, comerciales o no. Gamasutra cree que si lo será para Microsoft, pero aún si fuese así en el camino perderá la oportunidad de explotar un mercado creciente situado en la larga cola y de generar una comunidad de desarrolladores independientes que utilicen la XBox como plataforma.
De hecho, y como explican también en Games | Life, Nintendo ha optado ya por la estrategia opuesta (Nintendo Taps U.S. Talent in Search of WiiWare Hits) y ha convertido su canal de distribución WiiWare en una plataforma para la comercialización de juegos de desarrolladores independientes para la Wii. Como prueba del interés de Nintendo, tras el lanzamiento de este canal en Japón en Marzo, donde el desarrollo está restringido a tres grandes productoras de juegos, ahora lo lanzán en EEUU con el objetivo, reconocido por su ya legendario diseñador Shigeru Miyamoto, de aprovechar el ecosistema de start-ups de garaje dedicadas a los videojuegos. Nintendo se concentra en la larga cola, solucionando las supuestas dificultades de la abundancia mediante el diseño inteligente de la interfaz del usuario, mientras que Microsoft sigue enrocada en la economía analógica de la corta cola.
Pero además de los videojuegos, La Petite Claudine nos explica, en Microsoft suelta el escanner, que esta empresa ha optado por una estrategia muy similar en lo que respecta a la digitalización de libros. El blog oficial de Live Search ha anunciado, Book search winding down, que abandonan su programa de digitalización, el Books Publisher Program de Windows Live Search, y el servicio Live Search Books.
La finalización de estos programas es el resultado de una decisión estratégica para enfocar nuestras inversiones en nuevas áras de búsqueda vertical donde creemos que podemos difernciar de modo más efectivo Live Search... Por ejemplo … anunciamos nuestra estrategia para centrarnos en verticales altamente comerciales como viajes, y ofrecer a los usuarios ingresos por las compras realizadas con nuestros anunciantes.
Tras digitalizar 750,000 libros e indexar 80 millones de artículos científicos abandonan declarando que creen que el futuro está en los repositorios de editoriales y bibliotecas. Pero parece que en realidad dejan la carrera al ser incapaces de competir con Google Books, tal como explica Robert Darnton en un artículo que aparecerá en The New York Review of Books en junio (The Library in the New Age). De nuevo, Microsoft abandona un mercado en el que ya había hecho importantes inversiones y en el que ahora tenía que empezar a explotar la larga cola que, a pesar de Google, tendría a su disposición. De hecho, Google Books, además de competidor, podría ser un “colaborador necesario” al generar una cultura de uso de libros digitales y nuevos usuarios que también tendrían interés en los servicios de Microsoft. Pero ésta solo parece capaz de atraer usuarios pagándoles por comprar productos de sus anunciantes y no por la calidad y diversidad de sus contenidos y servicios.
Pero, ¿cómo podemos explicar el enorme éxito de Microsoft ante estos aparentes errores estratégicos? En primer lugar por que su éxito es heredero de una inteligente (aunque discutible) estrategia en mercados analógicos basados en la escasez (como era el mundo del software antes de Internet) que le ha permitido alcanzar un tamaño y músculo financiero que le permitirá aun acertar y errar en muchas ocasiones en los próximos años. Al tiempo, Microsoft sigue teniendo éxito en mercados que aún continúan comportándose de modo analógico, como los que crean muchas administraciones públicas.
En una entrevista al vicepresidente de desarrollo de Novel Miguel de Icaza en Público, además de proporcionar razones pragmáticas a favor del software libre, explicaba las razones de la estrategia “cerrada” o propietaria de Microsoft:
Trabajo en software libre desde 1992 y estaba desilusionado con el software propietario, pero si las condiciones hubieran sido correctas, no hubiera tenido inconveniente en trabajar allí. El problema que tuvo Microsoft con Linux en su momento es que los medios pintaron el software libre como el fin de Microsoft y ellos tuvieron una reacción alérgica. Si un par de cientos de defensores del software libre hubieran trabajado allí entonces, quizás hubiera sido una compañía más abierta.
Pero además, el discurso de Microsoft sigue siendo bien recibido por clientes como las administraciones al ofrecer una aparente seguridad y control propios de un escenario dominado por la escasez. El problema es que hace ya tiempo que, al menos en el software, el conocimiento y los contenidos digitales, esta escasez es artificial y existe la alternativa de aceptar y aprovechar la abundancia. Cuando la cultura de estos clientes cambie, Microsoft tendrá que cambiar definitivamente.