Durante este año he tenido la oportunidad de conocer a la empresa e-Cultura.net, colaborando con ellos en diversos proyectos. El caso de e-Cultura es interesante por que, por una parte, es una organización poco conocida y con objetivos difíciles de explicar brevemente, pero por otra lleva ya 10 años trabajando en España y ha sido responsable de numerosos proyectos que han tenido un gran impacto (por ejemplo, el diseño y desarrollo del Gabinete Iniciativa Joven de Extremadura o el Parque Minero de Almadén).
Una definición de su actividad diría que se dedican a la consultoría y gestión cultural destinadas al desarrollo regional, con áreas de trabajo en consultoría cultural y desarrollo territorial, consultoría turística, comunicación cultural, creación de espacios culturales, organización de eventos y gstión de espacios culturales. e-Cultura nació en Extremadura en 1999 pero en estos momentos cuenta ya con oficinas en buena parte de España (Sevilla, Madrid, Valladolid y Santigo de Compostela).
Pero quizás lo anterior no sea la más interesante o relevante. Su trabajo excede con mucho esos ámbitos y lo realmente importante es su aproximación a los problemas que tratan y su metodología de trabajo, que incorpora muchos de los elementos del pensamiento de diseño que he abordado en este blog en los últimos tiempos. Mi relación con muchas personas dentro de la organización y, especialmente, con el consejero delegado Félix Lozano me ha dado la oportunidad de profundizar en estas cuestiones. Para entender su evolución debemos tener en cuenta que e-Cultura nace hace ahora 10 años de la unión de dos grupos de profesionales con sensibilidades y metodologías muy diferentes. Por una parte gente dedicada a la gestión cultural y por otra a la consultoría de empresa que se reunieron en una nueva organización que mezclaba los dos modelos. En palabras de Félix Lozano:
… con visiones diferentes que parecían bastante antagónicas (consultoría-imaginación, organización-creatividad, tradición-tecnología, resultados-desarrollo...) pero que sirvieron para vertebrar la relación societaria y hasta operativa, y que nueve años después se mantiene fresca y saludable como uno de los principales rasgos de identidad de nuestra empresa.
Fruto de esa estrategia tenemos una estructura y organización bastante poco convencional. Desde hace nueve años ensayamos una relación entre profesionales bastante horizontal y flexible en la pretendemos que haya responsabilidades y roles, pero no jerarquías. Nos seguimos empeñando en un modelo de auto-organización, en el que no haya demasiada rigidez y nos movamos por confianza y resultados. Hemos pretendido buscar el acomodo de la empresa pero siempre también el de las personas que lo integran. 9 años después todos sabemos que el sistema es de todo menos perfecto. Por ello seguimos trabajando en limar las imperfecciones y buscar variantes que nos permitan mejorar sin perder las singularidades que sabemos que funcionan.
Por tanto, e-cultura es una organización que pretende dar soluciones integrales a problemas complejos co-diseñando con sus clientes y usuarios productos y servicios. Pero además, es una empresa que se encuentra en reinvención permanente fruto tanto de su fuerte crecimiento como de su necesidad de adaptar su estructura y estrategia al contexto exterior y a las oportunidades de desarrollo de proyectos. Dentro de esta evolución han creado la figura de fellow (no hemos encontrado una traducción que comunicase el mismo sentido a esta figura), como un colaborador externo con una relación estable con la empresa tanto en el desarrollo de proyectos como en el diseño organizativo y la estrategia. Desde hace unas semanas yo soy el primer fellow de e-cultura. Esta es la descripción que Félix Lozano hacía de la figura de fellow en la comunicación interna de mi “nombramiento”:
La innovación y creatividad son los dos motores esenciales de e-Cultura, y para fomentar su desarrollo contamos con los mejores profesionales en nuestros equipos. Pero, además, nos consideramos un hub capaz de conectar con una red de colaboradores diversa y multidisciplinar. Para reforzar este modelo, hemos decidido crear la figura de "fellow e-cultura", personas de relevancia en el ámbito académico/científico y con una experiencia positiva en su colaboración con nuestra empresa. Estas personas participan como comisarios o colaboradores preferentes en los proyectos que abordamos relacionados con sus ámbitos de conocimiento a la vez que aportan su visión crítica y constructiva sobre nuestra organización y su estrategia de futuro.También realizan una labor como prescriptores de e-cultura en los diferentes foros en los que participan.
No es una relación contratual sino un acuerdo estratégico que nos permitirá continuar nuestra colaboración en proyectos específicos pero al tiempo me dará la oportunidad de involucrarme en el diseño y desarrollo de su estrategia global. Espero tener la oportunidad de ir explicando aquí y en otros foros como se desarrolla nuestro trabajo en común.
Para conocer mejor a e-Cultura (trabajo complicado dado que tienen escasa presencia en medios o en la red; algo que pretendemos cambiar en esta etapa) el mejor sitio es caso de e-cultura publicado por la escuela Banespyme en Julio de 2006. Incluye un video donde dos de los fundadores, Nacho Escobar y José María Lama, explican el proyecto. Este es el texto que acompaña al caso y que explica en detalle los orígenes, modelo organizativo y objetivos de e-Cultura:
Y sin embargo, tanto empaque y circunspección provoca muchas veces el rechazo inicial de los espectadores a los que están dirigidas tales manifestaciones culturales. En una era como la nuestra, en la que prima lo audiovisual, ciertas maneras de entender el acceso del público a la cultura y a la información se han quedado ya arcaicas. Conceptos como la participación, la interactividad y la divulgación lúdica rompen con los prejuicios establecidos durante años y años de aburrida pose, mal llamada, intelectual. Quedó atrás el tiempo en el que un museo o una exposición eran diseñados y conceptualizados por una única persona. Hoy en día ese trabajo lo realizan grupos multidisciplinares, que buscan resultados en los que se coordinen todas las posibles modalidades de divulgación existentes. Nuevas tecnologías, innovaciones audiovisuales... el futuro ha entrado por fin en los museos.
"No somos una empresa de comunicación, exclusivamente. No somos una empresa de museología, exclusivamente. No somos exclusivamente una carpintería dedicada al trabajo patrimonial o cultural. No somos una productora que hace vídeos. No sólo somos una empresa tecnológica". Incluso para José María Lama, Director del área de consultoría cultural y desarrollo territorial de e-cultura.net, resulta difícil definir a qué se dedica su propia empresa. Y es que muchas son las áreas de trabajo de la joven compañía. E-cultura.net es una organización innovadora en su ámbito, en el sentido de que desde sus inicios ha intentado conjugar los conceptos de cultura y territorio. Aprovechando los recursos tanto culturales, como medioambientales o de patrimonio de un territorio concreto, e-cultura.net transforma todo este potencial en fuentes de desarrollo socioeconómico para la población de ese territorio. Aportando así soluciones integrales a problemas complejos de las instituciones y demás organismos, el colectivo multidisciplinar que conforma e-cultura.net ha creado un estilo propio a la hora de enfrentarse al diseño de todo tipo de manifestaciones culturales. Su trabajo se traduce en múltiples campos de acción: desde la creación de una exposición, hasta la estrategia comunicativa de un evento, un proyecto de intervención en un territorio o la gestión de un espacio cultural. "Desde un museo, un centro de interpretación, un congreso, un plan de comunicación... Desde un mueble, a un documental, a un interactivo, a una pieza de comunicación... Muchas cosas en campos muy diferentes".
Fieles a la idea de que la cultura puede ser también una fuente de rentabilidad económica, y llegando incluso más lejos, el origen de la revalorización de un territorio, a lo largo y ancho de la geografía española se pueden encontrar pruebas de la variedad de los proyectos llevados a cabo por e-cultura.net: el Parque Minero de Almadén, el Museo Etnográfico de Talavera de la Reina, el Centro de interpretación del Palacio Real Testamentario de Isabel La Católica, la musealización de la Alcazaba de Almería... Pero también trabajos como planes de calidad turística para diversos municipios, consultorías varias sobre el tratamiento del patrimonio cultural como recurso turístico, o diferentes implementaciones de estrategias de comunicación, tanto para la Junta de Extremadura como para la Generalitat de Cataluña. Con cuartel general en Mérida, y oficinas comerciales en Madrid, Valladolid y Sevilla, e-cultura.net aporta diariamente grandes dosis de imaginación con las que poner fin a la monotonía y aletargamiento cultural. Trabajos de creatividad de un grupo de artistas que actualmente se centran en la creación de un nuevo Museo del Café en Campomaior (Portugal), el diseño del plan integral de comunicación y marketing para Vitoria-Gasteiz, o la edición de la revista Museomanía.
1999 fue el año de inicio de toda esta propuesta de ingenio y creatividad. E-cultura.net nacía como una aportación personal con la que un grupo de amigos intentaba despertar el triste panorama que contemplaban ante sí. "Los museos convencionales que entonces había", recuerda Ignacio Escobar, socio fundador y Director Técnico de e.cultura.net, "apenas mezclaban tecnología. Es decir, eran muy rigurosos en cuanto a contenido, en cuanto a documentación, pero apenas había guiños a la participación, a la interacción, al juego. Y nosotros, que venimos un poco ya de la cultura de Internet, conocedores de que ya había tecnología que se podía poner al servicio de esa materia, pues nuestra idea fue combinarlo. Combinar historia y tecnología, combinar memoria y patrimonio con las nuevas tecnologías". Varios amigos, provenientes de diferentes campos artísticos y profesionales (publicidad, música, teatro...), y todos ellos relacionados con el activismo cultural, se pusieron en común para intentar cubrir este nuevo nicho surgido en la industria de la cultura. "Nosotros empezamos en un chalet muy pequeñito", comenta Ignacio Escobar, "alquilado justo donde vivíamos mi socio Félix Lozano y yo, que somos los que comenzamos la idea. Y empezamos cinco personas, con la idea muy clara de cambiar lo que se estaba haciendo en el terreno de la museología, del patrimonio, del tratamiento del territorio".
Sin embargo, estos nuevos planteamientos de imaginación no fueron en principio muy fácilmente vendibles. Instituciones como los museos o los organismos de cuidado del patrimonio han primado siempre más el rigor de los contenidos que las formas de presentación de dichos contenidos, y el peso de la tradición dificultaba enormemente el poder modificar este planteamiento. "Innovar a la hora de meter nuevos artilugios en los museos, nuevos conceptos audiovisuales... ha costado", advierte Ignacio Escobar. "Ha costado en el sentido de que hay que verlo funcionando. Es decir, difícilmente podíamos vender la idea sobre el papel. Nosotros hemos tenido que prototipar". Poder comunicar correctamente sus ideas rompedoras en los concursos públicos de la Administración a los que se presentaban implicaba presentar propuestas en las que esas ideas estuvieran ya desarrolladas de manera muy avanzada. Mientras que otras empresas se limitaban a entregar simples bocetos, la recién nacida e-cultura.net dedicaba horas de trabajo para poder presentar infografías y complicados prototipos. Una arriesgada inversión que muy pronto se vio avalada por una empresa consultora madrileña, que supo apostar por la imaginativa idea, entrando a formar parte en la sociedad. Un respaldo económico que inició la consolidación de la propuesta común de este grupo de amigos.
El primer trabajo en la historia de e-cultura.net consistió en el Centro de Interpretación de Baños de Montemayor. A este primero pronto se sumaron otros museos y espacios culturales, primero dentro de la región extremeña, al poco tiempo ya por toda la geografía nacional. Ignacio Escobar justifica así el rápido éxito de su propuesta: "Era una mezcla un poco explosiva. ¿Por qué? Pues precisamente por la osadía, por el atrevernos a combinar caracteres. Es decir, la idea de un historiador o de un arqueólogo se combinaba con la idea de un experto audiovisual, y al final hacíamos para ese museo un audiovisual de calidad, o un interactivo en el que se ponían en común un contenido y una manera agradable de acercar ese contenido al público. Y ese fue nuestro éxito". El crecimiento del proyecto hizo que pronto el equipo inicial se fuese ampliando en número. Cada vez más hacían falta nuevos perfiles disciplinares que cubriesen todos los aspectos que englobaban los trabajos de e-cultura.net: informáticos, diseñadores, infógrafos, museólogos, diplomados en turismo, arquitectos, periodistas... De ahí que en pocos años se pasase de cinco empleados a los casi sesenta que son en la actualidad. Un colectivo creativo de expertos multidisciplinares, que se divide en siete áreas de trabajo, y que a José María Lama le gusta denominar con orgullo organización de talento. "Lo que queremos es tener respuestas integrales a problemas distintos, a problemas complejos. Y la única manera de hacerlo es sentando en la misma mesa a especialistas de distintas materias. Esa es la única forma de tener respuestas para los problemas que el cliente nos plantea".
Una de las ventajas de e-cultura.net con respecto a otras empresas del sector es que ya desde sus inicios ha contado con un laboratorio de su propiedad, donde poder desarrollar tecnologías y productos propios. Antes de que el cliente final acceda al producto, ya ha sido probado hasta la saciedad como prototipo. De este modo, e-cultura.net genera su propia tecnología, después utilizada para la interpretación de contenidos culturales. Volumétricos con sonido, ventanas virtuales, cabinas de inversión telescópica... una compleja tecnología que va muy por delante de lo que el público se suele esperar a la hora de acudir a un museo o a una exposición. Una puesta en equilibrio de los contenidos con el continente, en la que se combina el rigor y la documentación con la frescura de los aparatos y los gadgets más innovadores, que siempre acaban por impresionar a los visitantes. "El cliente, cuando asiste a demostraciones de producto, flipa", apunta Ignacio Escobar. "Flipa porque es la primera vez que ve este tipo de tecnología, y le encanta verla aplicada ya a su propio producto".
Estos siete años de camino ascendente han echado por tierra los prejuicios iniciales con los que se tuvo que encontrar e-cultura.net en sus primeros momentos de vida. "Al principio siempre había prejuicios, porque parece complicado que una empresa en Extremadura pueda hacer trabajos o productos punteros en tecnología. Pero esto es un concepto equivocado. Hoy en día la tecnología se hace en el sitio más remoto. Lo que hace falta es tener osadía para llevarlo a cabo". Con tecnologías como Internet, las periferias ya no son tan evidentes: las grandes capitales ya no tienen porqué ser el centro neurálgico de la creación y la innovación. El talento se ha deslocalizado. "Nuestra materia prima somos nosotros", comenta José María Lama, "es nuestra propia creatividad, nuestra propia imaginación. Entonces la empresa puede estar donde queramos. En este caso, hemos elegido un sitio donde se vive muy bien. Y donde además estamos muy equidistantes de los dos polos en donde se tiene que mover esta empresa: el pasado y el futuro, la historia y la tecnología. Un sitio como Extremadura, en el que hay mucha pervivencia histórica, pero que al mismo tiempo apuesta decididamente por la tecnología y por el futuro. Y nuestra empresa en ese sentido está siempre entre el pasado y el futuro, entre la historia y lo tecnológico".