Existen muchas batallas ocultas del presente, que no aparecen en los medios de masas pero tampoco parecen preocupar demasiado a los que están inmersos en la cultura digital. Quizás porque los unos son parte interesada y los otros no prestan demasiada atención a lo que sucede fuera de lo que consideran su mundo. Entre estas batallas nos encontramos una que sucede "dentro" de los servicios comerciales de redes sociales y quizás el caso más claro sea el de Facebook.
Facebook, y el resto de redes sociales comerciales, son plataformas cerradas en las que las reglas de juego se definen de modo asimétrico y en las que por tanto existe un riesgo permanente de cambio unilateral de las normas y de utilización de los contenidos e información de los usuarios por los gestores, incluso en contra de los intereses de los primeros. Por su modelo cerrado y el crecimiento de su base de usuarios, Facebook va camino de convertirse en una Internet dentro de Internet. Una "nueva Internet" gobernada de forma muy diferente, centralizada y jerárquica.
Sin embargo Facebook se ha convertido en la puerta de entrada a Internet para mucha gente de todas las edades para la que lo digital es algo extraño y hasta hace poco ajeno. Personas que nunca se han planteado un uso activo de la red, que no escriben blogs ni publican vídeos en YouTube, que nunca se han planteado contribuir a un artículo de la Wikipedia, que no usan Twitter ni posiblemente conocen lo que es un rss. Personas que conciben principalmente a Facebook como un espacio personal donde relacionarse fuera de su ámbito profesional. Un lugar para la intimidad, al menos aparente, con centenares o miles de contactos.
Quizás estos usos pasan desapercibidos o son despreciados por aquellos más involucrados en la cultura digital. Al fin y al cabo, son usuarios interesados casi siempre en que su actividad pase desapercibida más allá de su red de contactos; desconocen buena parte del "mundo exterior" a la red social; parecen no preocuparse por los riesgos que las "leyes" de Facebook les imponen; y normalmente no están preocupados por las grandes transformaciones sociales que está generando la tecnología.
Si observamos su actividad podremos ver como mucha gente desarrolla dentro de Facebook muchas de las competencias tecnológicas y comunicativas propias de la cultura digital. Aprenden a editar y gestionar fotografías, establecen múltiples diálogos simultáneos, utilizan múltiples medios (texto, audio, video ...) en una misma conversación, adoptan en ocasiones múltiples personalidades, simulan, juegan ... Y paradójicamente lo hacen todo dentro de un mismo entorno.
Son usuarios que han pasado de consumidores pasivos de productos culturales a usuarios activos que buscan, filtran, remezclan, participan, recomiendan y discuten. Estas personas ya adultas y que han tenido una existencia completamente analógica en la mayor parte de su vida sufren en gran medida la misma transformación silenciosa que describió para los adolescentes el Digital Youth Project. Y en ambos casos, las redes sociales se convierten en espacios de aprendizaje activo y colaborativo. Un proceso no deliberado y casi inconsciente.
Desde este punto de vista, avanzamos hacia un conflicto que empieza a conformarse en la mente de muchos usuarios. Por una parte Facebook cuenta con un número creciente de usuarios más dependientes de su plataforma y por tanto disfruta de un poder mayor respecto al "resto de Internet" para imponer nuevos modelos de gobierno y códigos culturales. Pero dentro de Facebook los usuarios son cada vez más activos y por tanto adquieren mayor consciencia de las limitaciones y peligros de estos servicios comerciales. Se dibujan dos escenarios alternativos: la implosión de Internet o la explosión (en el sentido de destrucción) de las redes sociales. ¿Acabará el modelo cerrado de Facebook por absorber el resto de la red haciendo que los medios regresen al modelo de masas basado en el consumo masivo y pasivo?. O por el contrario, ¿serán las masas de usuarios conscientes y con competencias crecientes los que abandonen Facebook (o la obliguen a transformarse) y amplíen la base social de la red abierta y activa que constituye Internet tal y como lo conocemos?