[Esta es la continuación del post Territorio = geología x infraestructuras x política y en conjunto una introducción a algunas ideas sobre nuevos conceptos y modelos de ciudad que publicaré más adelante]
El diseño urbano casi siempre ha estado al servicio de los poderes generando una “arquitectura del control” que ha sido más o menos efectiva en sus objetivos. La ciudad pre-moderna estaba organizada con criterios militares y religiosos y para el control de sus habitantes por parte de estos poderes. El poder político centraliza de algún modo al resto de poderes con el desarrollo de la modernidad y nace el urbanismo tal como lo conocemos, una disciplina profesionalizada en manos de técnicos, gestores y políticos que diseñan la ciudad “de arriba a abajo” generando toda una serie de mecanismos burocráticos para la implementación y control de la planificado y de los habitantes. Lo militar sigue siendo relevante en la ciudad moderna, aunque casi siempre incorporado dentro de las decisiones políticas.
Las últimas décadas del siglo 20 han visto el desarrollo de lo que podríamos denominar ciudad post-moderna. Los mismos poderes siguen activos, lo político y lo militar (casi siempre escondido dentro de la política), pero los objetivos cambian. La gran motivación de la mayor parte de gestores urbanos es ahora convertir a sus ciudades en grandes complejos turísticos. La planificación se convierte en un instrumento para diseñar espacios temáticos que atraigan visitantes, ya sean estos turistas o la clase creativa (o en otras palabras turistas temporales o permanentes). En ambos casos, se busca la captación de grupos sociales “extraños” a las comunidades locales y que se supone que generarán un beneficio económico que justifica rediseñar los espacios públicos a su servicio.
El control es el objetivo oculto pero fundamental de la actividad urbanística a lo largo de la historia. El geógrafo Stephen Graham [1] propone que nuestras ciudades son el resultado de la extensión de las ideas militares de monitorización, identificación y control de los espacios y circulaciones de la vida cotidiana. Estas estrategias llegan a su máxima expresión cuando se intenta utilizar la tecnología para el control completo, en todo lugar y en todo momento, de la sociedad civil. Para Graham la influencia de lo militar en el urbanismo es cada vez mayor y no parece que esta tendencia vaya a invertirse en un futuro próximo. Aún concordando en la importancia del “urbanismo militar”, creo que sin embargo nos encontramos en un momento de transformación que podría dar lugar a otros modelos territoriales donde quizás estamos asistiendo a un declive de la planificación urbanística y de la arquitectura del control (y por tanto de la influencia militar).
[1] Graham, Stephen (2010). Cities Under Siege. The new military urbanism. Verso. Reseña en Bldgblog.