El pasado 9 de noviembre participé en la Conferencia Libre Soft World Conference LSWC 2011 que se celebró en Zaragoza. Para más información se pueden consultar estos enlaces: ponentes; programa; facebook; twitter (@lswc11 y #lswc) y vídeos de las ponencias.
Mi intervención trató sobre "Conocimiento abierto o porqué el software libre se inventó en la Edad Media" y el video está disponible aquí y aquí.
Este es el resumen donde planteaba las principales ideas que utilicé en la conferencia:
Para entender el significado y alcance del conocimiento abierto, del que el software libre puede considerarse un caso paradigmático, es preciso analizar sus modos de producción y su gobernanza y, por tanto, las comunidades e instituciones (formales o informales) que participan. El conocimiento abierto es un procomún, el resultado de la acción ciudadana en un espacio intermedio de autonomía entre el estado y el mercado.
El procomún es un modelo de producción y gestión que se ha revitalizado gracias al diseño abierto de la tecnología digital aunque en realidad procede de al menos la Edad Media, cuando los artesanos se reúnen en gremios donde comparten conocimientos, organizan su producción y gestionan sus relaciones colectivas. En ese sentido, estos gremios recuerdan a muchas de las características de los sistemas de producción y gobernanza del software libre.
Sin embargo, estas instituciones (y modos de producción) "del procomún" fueron languideciendo a lo largo de la historia al ser apropiadas por el estado o privatizadas y transformadas en sistemas de mercado. Para ilustrarlo podemos usar dos casos sorprendentes pero que reflejan perfectamente el proceso de apropiación estatal de un procomún. Por una parte la producción de aguardiente en el norte de España como una forma de conocimiento tradicional y comunitaria que en años recientes es expoliada por el estado. Por otro lado, las cofradías de pescadores son un ejemplo de "institución del procomún" que pasa a ser controlada desde el estado convirtiéndose en estructuras burocráticas con grandes dificultades para seguir gobernando de modo efectivo los recursos y comunidades de pescadores.
Frente a este proceso de pérdida del procomún, y por tanto de la capacidad de producción de conocimiento abierto, las tecnologías sociales, entendidas como ensamblajes de personas y tecnología digital, han permitido empoderar comunidades de práctica que pueden producir cnocimiento y garantizar su gobernanza de forma autónoma y diferente a los mecanismos convencionales. El software libre, la wikipedia, los las comunidades de afectados (desde enfermos a colectivos marginales), o los nuevos movimientos de activismo político (como las primaveras árabes, el #15M o OccupyWallSreet) son ejemplos de este procomún basado en tecnologías sociales que genera espacios de autonomía y negociación con el estado y el mercado con los que compiten en la eficacia de sus acciones y la calidad de sus resultados. La pregunta en estos momentos no es ya si el concepto de conocimiento abierto es o no viable, sino hasta que punto puede llegar su capacidad de transformación social, política y económica.